La distancia no es impedimento para la amistad son las mismas personas las que crean esa distancia sin darse cuenta. Cuando veas que tu amigo(a) ha cambiado en el sentido de que sientes una distancia enorme a la que se debería sentir normalmente esto es pieza clave para decir que algo está pasando. Podemos estar sin hablar con esa persona y no significa que se ha perdido la amistad. Si cuando hablas con ella sientes que hay un muro que no los deja conversar en ese momento hay que preocuparse.
Una persona tiene derecho a cambiar para bien pero si lo está haciendo para mal hay que estar pendientes porque no sabemos qué intenciones tendrá esa persona hacia nosotros. Puede ser que lo esté haciendo inconscientemente pero a veces sucede que la persona lo hace para comunicarte algún daño hecho en el pasado.
Al encontrarse en una situación como ésta no sabemos qué debemos hacer. Unos optan por preguntar pero hay que tener presente la reacción que puede tener el amigo(a). Puede pensar que desconfías de él o ella y en vez de mejorar la situación puede empeorarse. Otros optan por seguirle la corriente y ver si la otra persona acepta formalmente que ha pasado algo pero puede ocurrir que al pasar tanto tiempo ya no exista la confianza que se tenía al principio que también pueda terminar en una distancia aún mayor. Pero no todo es negativo, en otros casos puede ocurrir discusiones pero si se logra una comunicación efectiva se puede recuperar esa confianza y eliminar la distancia que no permitía que fluyera la amistad. Ahora todo depende de que tú quieras hacer: puedes saberlo de inmediato o quedarte con la duda hasta que la otra persona diga algo. Recuerda que la parte fundamental en la amistad es la comunicación y sin ella no se puede lograr una amistad de confianza.