"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

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jueves, 28 de agosto de 2014

Para tus días grises....

Todos tenemos nuestros días de felicidad y otros que no lo son tanto.  Así es la vida:  de todo un poco se vive.  Los días grises son parte de nuestra historia.  Hacen de nuestra vida una estancia un poco más complicada.  A veces hasta desearíamos que este tipo de días no existieran pero no nos queda opción mas que aceptar estos tiempos como pruebas que nos pone el destino y tratar de que las mismas no nos controlen a nosotros.  Aunque estemos atravesando por la peor vicisitud podemos notar que no todo está perdido.  Siempre pero SIEMPRE hay algo bueno para estos días.  Es cuestión de creer y ver el otro lado de la moneda.

Para tus días grises te regalo un hermoso amanecer, de esos que te hacen levantarte con muchas energías.  Que el sol comience a brillar en todo su esplendor con el propósito de que ilumine tu corazón e irradie todas las cosas positivas que posees dentro de ti.  Desde ese momento debes asumir una actitud positiva para agarrar fuerzas y por ende, crear un día totalmente diferente a lo que en un momento dado catalogabas como un día gris.  Hay que estar conscientes de que hay días buenos y otros no tan buenos pero de cada uno siempre hay algo positivo que nos hace reflexionar.  La vida es solo una y aunque los días grises hagan complicado nuestra historia hay que tener la esperanza de que vendrán mejores tiempos.  Si tu día de hoy es gris tranquilo/a que mañana será uno maravilloso.  Si deseas desde ahora cambiar tus lágrimas por sonrisas también lo puedes hacer.  Todo es cuestión de la actitud que asumas a tu día gris.

Para tus días grises es necesario dejar al descubierto todo lo que sentimos para sentirnos en completa paz.  No es fácil dejar desnudo nuestro corazón pero es lo más propio si queremos acabar con este momento difícil de la vida.  No es necesario confesar nuestro sentir a una persona porque con tan solo escribirlo en un pedazo de papel estamos liberando nuestras cargas del cuerpo para verlas plasmadas en letras.  No importa la manera de desahogarte sino que la uses a tu favor para sacar de adentro todo lo que deja herido el alma.  De esta manera eliminamos de nuestro ser todo lo que no aporta nada positivo para nosotros.

Para tus días grises te regalo un paragua de colores.  Cada color representará un motivo por el cual vivir y seguir luchando.  Cada gota derramada en este día gris representa la valentía de expresar los sentimientos más profundos de nuestro ser.  Cada paso que demos simboliza las ganas de seguir hacia adelante sin dar un paso atrás.  Caminar bajo la más difícil tormenta agarrados de nuestro paragua de colores es representación de que la Fe aun está viva y que tenemos la llama de la esperanza funcionando a nuestro favor.

La vida nos enseña que somos vulnerables a sufrir y a caernos pero también de secarnos las lágrimas y levantarnos como si nada hubiese pasado.  Como dije al principio de este escrito:  "de todo un poco se vive."  La importancia en todo esto es vivir la vida como venga.  No debemos reprocharnos por los días grises porque los mismos son también parte del paisaje, parte de lo que somos, de lo que nos describe en la historia de la vida.  Mientras los tiempos estén buenos hay que aprovecharlos para disfrutar al máximo.  Recordar que debemos prepararnos bien para los días grises:  seamos felices aunque la peor tormenta esté sobre nosotros.  No se nos olvide que de acuerdo a la manera que pensamos es lo que verdaderamente atraemos a nuestra vida.

miércoles, 20 de agosto de 2014

El poder de las palabras

Las palabras: nuestro medio principal para expresar lo que pensamos o sentimos.  En algún momento de la vida nos hemos puesto a pensar del poder que tienen, ya sea para decir algo bueno o malo. Una vez dejamos en libertad nuestro sentir ocurren un sinfín de resultados que iremos visualizando mientras recorremos el camino de la vida. El poder de las palabras es un mecanismo muy fuerte e importante, es por eso que debemos cuidar bien lo que decimos porque nunca se sabe cuán sensible puede llegar a ser la persona que recibe el mensaje.  Hay que elegir las palabras correctas según el momento que se está viviendo.

Hay ocasiones en que las palabras son una vitamina de vida y aliento para quien las escucha.  En otros instantes pueden significar hasta lo más importante que hemos logrado recibir.  En definitiva se convierten en una bendición cuando son dichas de la manera que tiene que ser.  En cambio, hay momentos en que las palabras se nos escapan de las manos y terminamos hiriendo a quienes más amamos.  Sabemos que nadie es perfecto en esta vida pero tampoco podemos ir por el mundo haciendo daño a los demás porque así era nuestra intención en ese instante.  Aparte, no solamente las palabras provocan daño sino quién las dijo y en la forma particular de expresarlas.  Aquí es el momento de reflexionar, ver en qué fallamos y utilizar nuevamente las palabras pero a modo de positivismo para lograr arreglar la situación.  De la manera en que las palabras sean expresadas debemos recordar que en tan solo unos segundos todo puede cambiar para bien o para mal.

Recuerda utilizar las palabras con precaución porque las mismas pueden convertirse en nuestras mejores aliadas como también en nuestra peor pesadilla. Cuidemos que nuestras palabras no reflejen al mundo una imagen la cual no somos.  Que las malas interpretaciones no jueguen un papel en las conversaciones que tengamos porque sino estaríamos entrando en tremendo lío. Que más sean las palabras pronunciadas para el bien que para el mal.  Que el mensaje llegue de manera correcta a su destino para así recibir una comunicación favorable.  Recuerda que con tan solo una palabra estamos diciendo mucho.  Con tan solo pocas palabras lo estamos diciendo todo.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Atardecer


Momento cumbre de nuestro diario vivir.  Es la señal de la finalización del día para luego dar comienzo a una galante noche.  Hermosa vista que alimenta esas miradas que fomentan el romanticismo.  Solos tú y yo en aquella playa en una tarde de verano, lugar que hemos hecho especial para olvidarnos del mundo. Estamos disfrutando de este hermoso paisaje sin decirnos una sola palabra. Los abrazos son los únicos que hablan con voz propia.  Unidos nos mantenemos mientras el sol se va despidiendo con gran brillantez.  Sentir como cada caricia que nos damos nos envuelve en plena pasión sin dejar de mirar el espectacular paisaje.  La piel se eriza cada vez que el viento sopla a nuestro favor.  Se respira una inigualable paz, en definitiva el ambiente está lleno de mucho amor.

El tiempo pasa lento porque así tiene que ser cuando de atardeceres se trata. Hay que disfrutarlo en todo su esplendor sin perder un solo detalle.  La combinación de colores intensos que se forman en el cielo son perfectos para inspirarse en poemas, escritos y demás contenido que envuelve a un escritor en su pasión.  En definitiva es un arte magistral creado por Dios para el deleite de todos los espectadores.  Dios es nuestro pintor cada tarde y es quien realiza todas las pinturas de manera distinta porque como dicen por ahí:  ningún día es parecido al de hoy.  Un atardecer que también inspira a una de las principales fuerzas del mundo:  el amor.  Las miradas se dan en efecto, nos dejamos llevar por el momento, lo sentimos y lo vivimos en su máxima expresión.  Momentos en que las palabras no son necesarias porque el paisaje, nuestros ojos y muestras de cariño lo dicen todo.  La interpretación es sencilla:  el atardecer une al romanticismo para desatar una locura de amor en las personas enamoradas. Los mensajes que transmiten ambas almas tocan la una a la otra sin cesar.  Si unimos las dos inspiraciones podremos sacar el toque perfecto:  una tarde que estará prohibido olvidar.

Un momento que no queremos que termine jamás porque sin duda alguna es un hermoso espectáculo que podemos apreciar y disfrutar cada tarde.  El mejor final que le podemos dar a este ocaso es el caminar por la playa agarraditos de la mano.  Dejamos que la arena arrope nuestros pies y que el agua tenga contacto con nosotros.  Una tarde que nunca se repetirá igual.  Una puesta de sol que siempre quedará latente en nuestras mentes.

Tú, Yo y el Atardecer.  Nuestro Atardecer.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Paraíso

Hermosa vista que alimenta el alma.  Ambiente de completa paz, eso es lo que se puede respirar en uno de mis lugares favoritos:  la playa.  La brisa es perfecta, los sonidos bien relajantes y es una delicia poder sentarse frente al mar para apreciar esta semejante belleza que tengo ante a mis ojos.  En definitiva me siento en el paraíso.  Observar el cielo azul, las galantes nubes que desfilan por la hermosa pasarela y ese sol espectacular que hace brillar el mar en todo su esplendor me hacen sentir como si estuviera en mi hogar.

La playa es un lugar de mucha paz en donde puedo caminar siguiendo una sola regla:  pasarla bien a toda costa.  Aparte, puedo reflexionar sobre la vida y ver los pasos que he dado en cada etapa para llegar a donde estoy hoy.  Aquí es donde le dejo al mar mis preocupaciones para que se las lleve con el vaivén de las olas.  En definitiva varios de los mejores días de mi vida los he pasado aquí.  Uno se olvida por unas horas de todo lo negativo y deja que lo positivo se acomode en nuestro ser para quedarse allí por siempre.  Nos sentimos libres como el viento, capaces de valorar más lo que tenemos a nuestra vista y dejando atrás todo lo que no es productivo para nuestro corazón.  Salimos renovados y con las baterías de nuestra mente cargadas para enfrentar nuevamente el diario vivir.

Es un lugar de mucha inspiración, justo donde las musas son libres para expresar su hermoso arte a través de la escritura.  Mi rincón favorito para poder sentarme simplemente a escribir sobre mi vida, las experiencias que llevo dentro de mi ser y sobre todo lo que quizás no le cuento a nadie.  Dejo que las palabras hablen con voz propia y expresen su sentir.  ¿Qué más pedir?  ¡Esto es vida!

Estar en este paraíso me hace sentir afortunada ya que no todos tienen la oportunidad de llegar hasta aquí y visualizar esta maravilla que Dios ha creado para el disfrute de todos.  Hay que aprovechar todos los recursos de la naturaleza que tenemos a nuestro alcance porque en definitiva te sacan de la rutina y te hacen pasar las mejores memorias que tendrás en tu mente para toda la vida.

viernes, 1 de agosto de 2014

Huellas....


La playa: el reflejo de la mejor inspiración.  Con tan solo estar en ella me lleno de paz y armonía.  Los momentos que se viven en ella solo se disfrutan cuando le ponemos toda nuestra atención.  En definitiva este paraíso me recuerda a ti.  Me acuerdo tanto de ese día que me confesaste que este era uno de tus lugares favoritos.  Desde este instante muchos recuerdos han empezado a invadir mi mente pero no dejo que me afecten puesto que ya tú formas parte de mi pasado.  Tengo que confesar que fue una bonita relación mientras duró y al ver este paisaje visualicé tantas historias que me hubiese encantado vivir a tu lado.  Dejaste una gran huella en mí, de esas que quedarán intactas hasta que me arranque esa página del corazón.  Quisiera poder olvidar todo lo vivido aunque haya sido bueno pero aparte, estoy consciente de que hay huellas que probablemente nos acompañarán en todo el trayecto de la vida.

Caminando por la playa me di cuenta de lo necesario que es vaciar la mente y el corazón de todo lo que nos pueda hacer daño en un futuro.  Por más que no queramos hacerlo es importante elegir entre las huellas que valen la pena recordar y las que debemos eliminar de nuestra vida para siempre.  En cuanto a ti amor ya estoy decidida a olvidarte.  No será tarea fácil pero si me quiero disfrutar este paisaje sin pensarte es mejor que te saque de mi mente y de mi vida entera.  Qué mejor lugar para hacerlo que aquí en donde todo comenzó y donde ahora imaginé tantas historias que nunca se harán realidad.

En la arena deposito todos los recuerdos que envuelven tu nombre y los hundo a la mayor profundidad para dejarlos atrás.  Corro hacia el mar para tirarme de pecho y liberar toda ansiedad que se quedó en mí al irte sin despedir.  El golpe de agua borrará todas las huellas de la historia que viví junto a ti y todo sufrimiento que me hiciste pasar luego de tu cobarde partida.  Esta herida al pasar por el agua de mar quedará cicatrizada para jamás ser reabierta.  Al mar le entrego mis cargas y preocupaciones para que con el vaivén de las olas se lleve las dudas que me dejaste al marcharte de mi vida.  Aparte quiero que las olas atraigan a mi ser toda vibra positiva para que llene el vacío de mi alma.

Es curioso notar que cuando nos metemos al agua nos sentimos más pesados, en cambio, cuando salimos de la misma nos sentimos diferentes, es decir renovados.  Allí es cuando el mar ha hecho su trabajo de minimizar las cargas y atraer hasta nuestro ser la buena vibra que hay en este paraíso espectacular.  Hay huellas que impactan el corazón y otras que también lo dañan.  Es por eso que hay que ser inteligentes para elegir las que verdaderamente vale la pena recordar.  El amor es algo complicado y por ende, las huellas que deja este sentimiento también son igual de difíciles.  Recuerda que eres tú quien posee el poder de cada una de esas marcas llamadas huellas....