"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

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martes, 30 de septiembre de 2014

Incertidumbre

Incertidumbre, eso dejaste en mi vida cuando decidiste marcharte repentinamente.  Lo podría pensar de muchas personas pero no de ti.  Qué ironías de la vida:  en quien más confiaba resultó ser la persona que más me desilusionó.  Yo te amaba con locura, tanto así que lo daba todo por ti y tú sólo jugaste con mis sentimientos.  Aun sabiendo lo sensible que podía ser mi corazón decidiste quedarte un poco más para luego abandonarme sin decir una sola palabra.  Ni siquiera valoraste cada acto de amor dedicado a ti.  Me enamoré de tu sinceridad y ahora puedo decir que la misma fue solo una fachada de las verdaderas intenciones que traías en tu interior.

Yo andaba bien ilusionada porque por fin había encontrado a mi alma gemela después de haber tenido tantas desilusiones amorosas pero tú ni siquiera me amaste.  Para mi todo era un amor real, algo que jamás había experimentado en mi vida y que me llenaba de alegría.  Para ti todo fue un juego en el cual yo caí por estar perdidamente enamorada de tu persona.  Ahora que quiero ver tu sinceridad no me es posible porque simplemente utilizaste el silencio y la distancia como salida rápida para deshacerte de mí.  Una y mil veces te pregunté el por qué pero no recibí ninguna contestación.  En todo ese tiempo me preocupé en el qué fallé pero al no poder hallar una respuesta contundente me tuve que hacer a la idea de quedarme en la incertidumbre.  Este sentimiento es toda una tortura que me mantiene al borde de la inseguridad y desesperación.  Tal vez yo tuve la culpa, tal vez fuiste tú o tal vez ambos provocamos el principio del fin.  Hubiese sido menos amargo el saber la verdad desde el principio para no ilusionarme con un amor que no llegaría lejos pero pues lamentablemente el daño está hecho y no hay manera de regresar el tiempo atrás.

En definitiva hay relaciones que simplemente no pueden ser, la de nosotros fue una de ellas.  Cada historia tiene un final ya sea feliz o triste, la mía una inconclusa.  El misterio siempre imperará pero ya el tiempo me hará olvidarte a ti y todo lo que contigo viví.  Aun recuerdo todas las noches que pasé en vela con la esperanza de que se resolviera todo.  Hasta en mis sueños te veía llegar como ángel caído del cielo pero en la realidad solo reinaba el silencio.  Siempre esperé una llamada, un mensaje o hasta tus letras de manera indirecta pero nada salió a relucir.  Hoy escribo estas letras para desahogar la tristeza que aun embarga mi corazón.  A veces mientras estoy redactando me pregunto el por qué me pasó esta situación contigo si en todo momento fui la mejor amiga y amor que merecías.  Más perfecta no podía ser porque acepto que tengo mis fallas como cualquier ser humano.  Aun así siempre te las dejé saber para que no hubiese secretos entre nosotros y en ninguna ocasión vi que me brindaras ese apoyo que tanto necesitaba en mis malos momentos.  En fin, hoy lo que impera en mi vida es la incertidumbre pero ya el tiempo me irá dando respuesta o mejor aun me hará olvidarte aunque nunca sepa el por qué de tu decisión.

martes, 23 de septiembre de 2014

Cuando se va el amor


No todo en la vida es pura felicidad.  Hay momentos en los que tenemos que pasar por tragos amargos para luego poder obtener la alegría que habíamos perdido.  Uno de los casos es cuando se acaba la relación de pareja.  Cuando se va el amor sentimos que el mundo se nos cae encima.  Es como si nos hubiesen cortado las alas del amor para luego caer de manera mortal al suelo. Quisiéramos pensar que solo fue una pesadilla o hasta incluso una broma de mal gusto.  Cerramos los ojos con la esperanza de encontrar algo mejor y al abrirlos vemos que esa es nuestra realidad y que no hay nada ni nadie que pueda cambiarla.  A veces los fines son algo inevitable y en otros casos nos pueden terminar sorprendiendo más de lo que creemos.  Es por eso que siempre hay que mirar los dos lados de la moneda.  Si el amor ya no era uno sólido es explicable el fin de la relación pero cuando ese amor era más fuerte que una pared de concreto entonces allí es que la mente comienza a maquinar a mil pensamientos por hora.  En esto último es que voy a enfocarme para desarrollar este escrito.

Cuando se va el amor nos cuestionamos todo el tiempo el por qué de la decisión. Toda idea negativa comienza a entrar en nuestra mente.  Pensamos que tuvimos la culpa de todo lo sucedido, que nadie nos quiere de verdad y que desde hoy el mundo se acabó para nosotros.  Buscamos respuestas a todas nuestras interrogantes pero termina siendo infructuoso el intento por saber la verdad. Visualizamos todo tipo de escenas que son producto de la imaginación e inventamos una historia que no muestra la realidad tal cual es.  Perdemos el sentido de lo que verdaderamente pasó por estar pensando en fantasías de las cuales la probabilidad de que sean ciertas son relativamente nulas.  Todos los sentimientos se mezclan y se filtran al ambiente para cargar la misma de frustración y agonía.  ¿Duele perder un amor?  Por más tormentoso que haya sido siempre duele ya que cuando amamos de verdad el corazón siente el efecto secundario del fin:  dolor y vacío que tardará en cicatrizar.

El tiempo es nuestra fiel compañía, testigo de nuestra lenta recuperación.  Con el pasar del tiempo y mientras estamos en nuestra soledad diaria es que empezamos a ver esas respuestas que andábamos buscando como locos. Cuando Dios dispone que ese amor no debe continuar en nuestras vidas debemos hacer caso.  Todo sucede por un propósito único que sólo Dios conoce y con el tiempo lo veremos reflejado ante nuestros ojos.  No podemos cuestionarle a Él las razones por las cuales nuestro amor se fue sino mas bien nos toca aceptar su voluntad.  El tiempo es quien nos irá diciendo si existe la oportunidad de intentarlo una vez más o simplemente dejarlo todo por la paz.

Hay un detalle que debemos recordar siempre y es que el mundo no se acaba porque este amor se haya marchado.  Cuando se va el amor nos puede dejar tristes pero no por eso dejaremos de luchar en la vida.  Si se terminó un capítulo no importa, ya habrá otro esperando por nosotros para que lo comencemos y disfrutemos.  Todo es cuestión de tiempo y de mantener una buena actitud hacia el futuro.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Kilómetros

La distancia:  amiga de muchos y a la vez enemiga de otros tantos.  Sin uno darse cuenta el mundo conspira en contra y de pronto nos encontramos con ella de frente.  Se pierde la cuenta de los kilómetros que separan a dos seres que se tienen un bonito cariño o que simplemente pasaron por un momento difícil y ya todo cambió entre ellos.  A veces pensamos que la vida es injusta pero la realidad es que mayormente este tipo de situaciones pasan porque tienen que pasar.  El destino está escrito y eso nada ni nadie lo puede cambiar.  Cuando suceden las cosas tenemos que aceptarlas como vengan así no estemos de acuerdo con la decisión.

En definitiva la distancia es algo compleja de explicar y se desarrolla de manera distinta en la vida de cada persona.  A todos nos ha tocado sentirla en carne propia ya sea por la lejanía de un familiar, amigo o alma gemela.  El destino nos pone a prueba jugando con nuestros sentimientos para ver cómo actuamos ante este nuevo cambio.  La actitud que poseemos ante la distancia es determinante para nuestra salud ya que la misma nos puede afectar en gran medida o simplemente la vemos como algo normal que nos tenía que suceder en algún momento de la vida.  La separación entre dos seres tiene sus múltiples variantes.  Por eso hay que mirar el aspecto de los kilómetros desde todos los ángulos posibles para así entender lo fácil o difícil que puede ser el adaptarse a dicha distancia.

En la parte negativa nos pone a pensar en todos esos kilómetros que se quedan en medio de nosotros y esa persona que tanto extrañamos.  Los días se convierten en una gran eternidad.  Vemos que ya nada es lo mismo porque nos acostumbramos a tener siempre ese contacto cercano con él o ella.  Al no tenerlo/a cerca nuestro mundo es de total desolación.  El amor se vuelve un sufrimiento largo ya que no tenemos a esa persona para expresárselo.  En el día estamos en total melancolía y las noches se vuelven toda una travesía a la hora de conciliar el sueño ya que se nos hace difícil aceptar que esa persona está a bastantes kilómetros de distancia.  El corazón ya tiene un vacío que sufre a cada instante.  Llora por esa distancia que separa dos cuerpos que se quieren ver y que por razones del destino no se puede.  La vida te puede cambiar en tan solo segundos y cuando no estamos preparados para una situación así tendemos a ver las cosas desde este plano.

Por otro lado la distancia no es tan mala después de todo.  A veces la necesitamos no para saber cuántos kilómetros hay entre nosotros y esos seres que amamos sino para valorar la ausencia de esas personas, para pensarlos más y para amarlos más.  También tiene la variante de ayudar a sanar heridas.  Me explico, a veces la distancia es necesaria para alejarnos de personas que han causado daño en nuestra vida.  No es fácil distanciarse de ese ser que nos dio felicidad en su momento pero si nos ponemos a pesar los pros y contras veremos que la balanza lo dice todo.  En este tipo de caso es importante alejarse de esas personas que no componen nada para nuestro bienestar.  Al principio duele pero con el tiempo nos daremos cuenta que tomamos la decisión correcta.

Sea el caso particular de cada uno de nosotros debemos recordar que la distancia trae consigo unos kilómetros que nos separan de esos seres pero dichos kilómetros son solo números.  Cada uno de nosotros es quien le da el significado.  Aparte, nosotros somos los que tenemos la facultad de decidir si queremos valorar esa distancia en honor a ese ser amado o simplemente vivir con ella porque es lo mejor que pudo haber pasado para dejar atrás a quien nos hizo daño.

martes, 16 de septiembre de 2014

Aquí estoy yo

Todos tenemos nuestros días:  momentos difíciles en los cuales nos sentimos solos y vacíos.  Pensamos en que nadie va a venir a nuestro rescate y que allí estaremos dejando un mar de tristezas.  Hasta nos hacemos a la idea de que nadie nos quiere.  Aunque a veces nos sintamos así puedo asegurarles que siempre va a existir aunque sea una persona que se preocupa por nuestro bienestar.  Siempre va a haber un ángel que vendrá a nuestro encuentro para iluminar nuestros días.  Siempre va a aparecer ese ser que nos dará ese giro radical y que el mismo nos dejará con la boca abierta.  No solo los demás pueden ser quienes nos hagan bien también nosotros podemos ser esos ángeles que llevemos alegría y paz a quienes lo necesitan.  Nos podemos convertir en esa persona inolvidable para ese alguien que nos pide ayuda.

Aquí estoy yo para darte mi apoyo incondicional y mis palabras de aliento.  Quizás mi apoyo no sea suficiente y que al momento no logres internalizar mis palabras pero Dios me ha mandado a tu lado para aquí permanecer y hacerte sentir bien.  Aquí estoy yo para recoger tus lágrimas y ser quien te inyecte esas alegrías que jamás habías pensado vivir.  Tal vez no quite del todo tu tristeza pero no me rendiré hasta que cumpla mi propósito de hacerte feliz.  Aquí estoy yo para acompañarte en el momento que quieras y cuantas veces sea necesario.  Sé que en este instante quieres estar en completa soledad pero yo no te voy a dejar solo/a en estos momentos ni en cualquier otro que necesites de una mano amiga.

Aquí estoy yo para hacerte sentir más especial de lo que ya eres porque te lo mereces.  Nunca pero nunca olvides lo mucho que vales para ti, para el mundo y para mí.  Aquí estoy yo porque mi compromiso contigo es serio.  Si alguna vez te dije que mi amistad era sincera no tienes por qué dudar ya que con mis acciones te lo estoy demostrando.  Aquí estoy yo para ser parte de todas tus locuras.  Estamos en riesgo de ganar o perder pero sabes que siempre estaré allí para apoyarte o aconsejarte.  Aquí estoy yo para disfrutar contigo de esos instantes de calidad que avivan nuestra manera de vivir.  Mientras pueda ser parte de ellos lograré que sean los mejores momentos de tu existencia.  Aquí estoy yo para decirte que las veces que no esté podrás mirar al cielo y ver que Dios nunca te abandona.  Aparte, en las noches puedes elevar tu mirada al brillante cielo y verás que una de las estrellas tiene mi nombre grabado.  A ella le puedes hablar y yo recibiré el mensaje.

Cada vez que quieras desahogarte o simplemente disfrutar de la vida nunca olvides que aquí estoy yo.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Sobrevivir


La vida es todo momentos.  De todo un poco se va a vivir.  Aquí quien prevalece es el valiente guerrero que da la cara corriendo riesgos para conseguir un mejor porvenir.  La vida es un campo de batallas muy fuerte en el cual tenemos que luchar para poder sobrevivir.  Existirán muchos momentos de los cuales algunos nos dejarán sin aliento y otros hasta con ganas de rendirnos.  Se darán muchos fracasos, recibiremos golpes duros que nos dejarán al borde de la muerte e incluso nuestras poderosas armas ya no nos darán abasto para la batalla.  A pesar de todo esto no nos queda de otra mas que sobrevivir ante la vida que se nos presenta.

Estamos solos batallando frente a frente contra las situaciones de la vida.  Siempre existirá esa voz que nos tentará a dejar todo a la mitad.  Allí estará irrumpiendo con nuestra paz para provocar que levantemos bandera blanca en señal de rendición.  Los nervios atacan ante la poderosa voz que nos insta a no dar la pelea.  Las gotas de sudor bajan del rostro y nuestro cuerpo comienza a temblar.  Nuestra voz empieza a titubear y nos encontramos en la encrucijada de seguir luchando hasta el cansancio o retirarnos mal heridos del campo de batalla.

Cuando nos encontramos así debemos recordar las siguientes palabras.  Dios nos hizo a su imagen y semejanza para cumplir un propósito en esta tierra.  Cada propósito es un motivo por el cual tenemos la opción de luchar o simplemente dejarlo morir.  Aparte, Él nos creó con la capacidad de sobrevivir ante cualquier situación que se nos presente en el camino.  Para llegar lejos y conseguir todo lo que anhelamos tenemos que estar conscientes de que hay que ponerse la armadura y luchar.  Aún si perdemos la batalla tenemos que seguir dando lo mejor de nosotros en la guerra de la vida.  Lo importante no es ganar X cantidad de batallas sino que sobrevivimos a cada una de ellas gracias a nuestra perseverancia y paciencia.  Recuerda que por una derrota no nos debemos dejar caer porque en cada momento de la vida siempre vamos a perder una pelea.  A veces se gana, a veces pierde:  ley de vida.  De cada fracaso debemos sacar lo positivo, eso que nos ayuda en gran medida a mejorar como seres humanos.  También debemos sanar las heridas que quedan y sacar las fuerzas necesarias para continuar el trayecto.

Recordatorio bien importante:  somos seres fuertes, valerosos y especiales; aprovechemos la oportunidad que Dios nos da a diario para dejar nuestro legado al mundo.  Luchemos hasta el fin sin importar cuán heridos quedemos porque si anhelamos muchas cosas buenas debemos trabajar por ellas.  Esta vida se hizo para los fuertes:  esos seres que aguantan de todo y aun así han salido hacia adelante.  Quien lucha hasta el cansancio sabe que la recompensa le llegará de manera abundante y en el momento ideal.  Nunca olvidemos que la clave en todo esto está en Sobrevivir....

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mi Ángel Guardián Viviente

Conocerte fue un placer para mí.  Me atrevo a decir que has sido mi mayor regalo.  Llegaste a mi vida cuando más lo necesitaba.  Nos dedicamos el tiempo necesario para conocernos bien y a través de nuestro caminar cosechamos en abundancia la semilla de la confianza.  Desde el inicio el amor y el cariño estuvieron presentes para jamás ser borrados.  Disfrutamos de momentos únicos, de esos que estarán vigentes hasta la eternidad.  No todo fue pura felicidad entre nosotros.  Viste bien de cerca mis caídas y a la hora de levantarme del suelo tú fuiste quien me ayudó aportándome esas hermosas palabras de aliento que aun tengo grabadas en mi mente.  Desde ese instante ya no te veía como uno más del montón sino que empezaste a ser alguien bien especial en mi vida.  En definitiva, te veía como alguien bien aparte de los amigos que ya tenía en mi círculo social.  Tú, eres Mi Ángel Guardián Viviente.

Desde que te conocí hubo una conexión inmediata.  Ya esto era señal de la poderosa amistad que se daría entre nosotros.  Me has demostrado una amistad más transparente que el agua.  No ha sido fácil permanecer puesto que hemos encontrado obstáculos en nuestro andar.  A pesar de todo lo sucedido aun seguimos en pie.  Tu sinceridad siempre me ha dejado ver que vale la pena mantener en pie nuestra amistad independientemente de los obstáculos que podamos enfrentar.  Con tus acciones has demostrado tu apoyo incondicional.  Has sido mi confidente, mi consejero y sobre todas las cosas, mi fiel amigo.  Personas como tú hacen de mis días unos llenos de vida.  Sin duda alguna, un ser como tú hace de mi vida una más interesante.

Quizás estas palabras te van a sonar bien repetidas pero de todas maneras te las voy a expresar.  Desde aquel instante en el cual me brindaste tu ayuda ya yo te consideraba como alguien de mi familia del corazón.  No necesitaba conocerte mucho para saber que nuestra amistad sería una historia muy hermosa para contar.  Sabes que en mi corazón tienes un espacio enorme que siempre tendrás lleno tanto en presencia como en ausencia.  Siempre te estaré agradecida por todo lo que has hecho por mí.  Si tuviera que mostrar un ejemplo de un amigo/a verdadero te elegiría a ti sin pensarlo porque cumples a cabalidad todos los requisitos.  Nadie ha estado tan al pendiente de mi bienestar como lo has estado tú conmigo, eso vale mucho para mí.

¿Por qué te llamo Mi Ángel Guardián Viviente?  En presencia siempre me has mostrado tu cariño, tu buen trato y sobre todo lo excelente que eres como amigo/a y ser humano.  Aunque a veces estés ausente tu presencia siempre está latente en mi mente y corazón.  Me rescataste de las garras de la tristeza y la soledad, eso nunca se me olvidará.  Me devolviste la alegría que tanto le hacía falta a mi alma.  En cada momento me demuestras esa lealtad que brilla de manera resplandeciente, esa genuina confianza que me encanta y ese apoyo incondicional que toda persona debe recibir.  Junto a ti me siento protegida y amada.  Nunca había tenido un amigo/a que fuera así, hasta que llegaste tú.  Eres un ser único y auténtico, por eso y muchas razones más mereces que te llame Mi Ángel Guardián Viviente.

Con el tiempo he ido aprendiendo mucho de ti.  La lista es larga que nunca terminaría de redactarla.  Algunos de mis cambios realizados han sido gracias a ti.  Me siento bendecida por tenerte en mi vida.  Gracias por aportar tu granito de arena a mi crecimiento personal.  Gracias por darle ese sentido que le hacía falta a mi vida.  Gracias por todos los momentos vividos y por los recuerdos que aun están grabados en nuestras mentes.  Mi Ángel gracias por todo.

A veces nos sentimos solos en este mundo aunque tengamos personas a nuestro alrededor.  Dios sabe cuándo es el momento en que necesitamos a un verdadero ángel de amor.  Sin yo pedirlo allí llegaste tú.  De manera inesperada irrumpiste en mi vida para allí permanecer hasta el sol de hoy.  Le diste un rumbo radical a mi vida e hiciste entrada triunfal a un rincón de mi corazón.  Nada ni nadie te podrá sacar de allí, solo Dios y yo tenemos la facultad de decidir.  Eres y seguirás siendo ese valioso tesoro que seguiré cuidando con mi vida.  Te quiero mucho Mi Ángel Guardián Viviente.  Sabes que aquí estaré para ti hoy y siempre.  Juntos hasta el fin.

jueves, 4 de septiembre de 2014

El tren de la vida

La vida:  un momento que va corriendo a toda velocidad.  Todo es parecido a viajar en un tren:  viajamos de un lado a otro sin cesar.  El tren de la vida va a toda su marcha con el fin de llegar a un destino en particular.  Nuestra salida siempre es un reto ya que emprendemos una nueva aventura hacia lo desconocido.  El punto de llegada representa en nuestra vida un nuevo comenzar o tal vez nuestras metas, logros, esfuerzos y hasta los fracasos que hemos tenido.  Todo lo mencionado anteriormente siempre dependerá de lo que queremos en la vida, hacia dónde queremos llegar y por supuesto, la actitud con la que salimos del punto de partida.  Nuestra estancia en cada lugar constituye un capítulo más en la historia de nuestras vidas.  Cada persona que conocemos representa un ser que hará y deshará según sea el caso.  Cada viaje tiene su travesía:  una historia que siempre quedará marcada en las vías del corazón.

Algo curioso que he visto en películas es que la persona antes de montarse le da con mirar hacia todo lo que ha dejado atrás.  Es bien complicado cuando tenemos que partir porque esto constituye el fin de una etapa para dar inicio a otra.  Nos despedimos de todo lo que nos hizo felices y a su vez sentimos el alivio de dejar en el pasado todo lo que nos causó daño.  La melancolía se apodera de nosotros y nos ponemos a pensar si en verdad vale la pena emprender la aventura.  En este momento es que debemos reforzar nuestras actitudes para así irnos con tranquilidad y disfrutar del viaje, todo sea por un mejor presente.  Los cambios siempre traen algo de miedo pero a la vez nos dejan algo bueno.  Cuando asumimos una actitud positiva entonces ya tenemos garantizado en nuestras manos el pasaje de la felicidad con destino a un futuro mejor.  Estamos conscientes de que nos encontraremos con situaciones que querrán provocar un atraso en nuestro viaje pero nos mantenemos perseverantes en todo momento con el fin de emprender vuelo en el tren de la vida.

Una vez montados en el tren lo único que debemos hacer es relajarnos y disfrutar del viaje, las paradas y la estancia.  Así como expliqué en comparativa con el tren así deberíamos de ver la vida.  Este tren solo pasa una vez, así que no desaprovechemos la oportunidad de hacer el viaje más placentero de nuestras vidas.  Móntate a tiempo en el tren de la vida para que disfrutes de aventuras de calidad que siempre quedarán marcadas en las vías del recuerdo.  Los espacios para vivir este ciclo son bien limitados.  Es ahora o nunca.  Y nunca olvides de poner a Dios como tu guía en cada viaje porque con Él llegaremos muy lejos.  No hay límites en el tren de la vida:  solo emprende el viaje y disfrútalo.

martes, 2 de septiembre de 2014

Vacío en el corazón


Como dicen por ahí:  hay días y hay días.  Todos tenemos nuestros días en los cuales la felicidad adorna nuestro rostro y los alrededores.  El tiempo pasa de maravilla y guardamos en nuestra mente las mejores memorias.  En cambio, hay días que no quisiéramos haber vivido.  Momentos de la vida que desearíamos borrar de nuestras páginas de la vida.  Refiriéndome a lo expresado anteriormente hoy es uno de esos días....

Hoy es uno de esos días en los que me levanto sin propósito alguno.  Me dejo llevar por el vaivén de la rutina monótona y me olvido de lo que realmente es vivir.  Hoy es ese día en el cual me levanté con un vacío en el corazón.  Podré tener una familia incondicional, amigos en quien confiar hasta incluso un amor que me apoye pero este vacío nadie lo puede llenar porque la "amiga" soledad ya lo hizo suyo.  Se siente horrible el ser dominado por este sentimiento que lo único que deja es un daño irreparable.  La soledad podrá ser de gran ayuda cuando queremos encontrarnos con nosotros mismos pero cuando ésta toma parte de nuestro entorno entonces sí representa una verdadera molestia.

Camino por la vida de manera desorientada, la ansiedad y frustración se apoderan de mi ser y las lágrimas son fiel testigo de mi depresión.  Los días en que se tiene un vacío en el corazón pueden llegan a ser un verdadero infierno.  Los ánimos decaen, la felicidad empieza a ser corta y la soledad continua mortificando la mente.  Cuando los pensamientos comienzan a trabajar en nuestra contra es cuando ya estamos sumergidos en una crisis.  Aparte, la noción del tiempo se pierde y hasta a uno le da igual lo que suceda alrededor.  Incluso, no logramos distinguir la verdadera felicidad de la que está disfrazada de maldad.

Hay que tener mucho cuidado cuando nos sentimos así porque si no eliminamos ese vacío de manera inmediata podemos terminar en algo peor.  Todo sentimiento negativo nos puede llevar a la autodestrucción.  Empezamos a cavar nuestra propia tumba y afectamos a todos los que nos aman y nos quieren ayudar de verdad.  Cuando estamos así debemos rápidamente buscar ayuda y juntarnos con personas de ambiente positivo.  Solo así podremos eliminar el vacío que tenemos en nuestro corazón.  Recuerden que la vida es todo un proceso así que no piensen que ese vacío en el corazón se llenará al instante.  Todo esto requiere de mucho tiempo y disposición a mejorar.  Nunca olvides que todo en la vida es posible de solucionar.  Anímate a dejar fuera de tu vida ese vacío del corazón.