Dicen que
en el mundo siempre existirá
una persona que
complementará tu corazón de una manera demasiado perfecta que no habrá nadie
igual a ese ser. Uno no lo cree hasta
que en verdad nos toca verlo con nuestros propios ojos
y vivirlo con la intensidad hermosa con que sucede.
La etapa del amor en definitiva es una bendición cuando se da tal y como
la soñamos.
El amor
llegó a mi vida cuando menos lo estaba buscando. Los días y noches de tristeza se desaparecieron para jamás regresar pues
tu amor se convirtió en mi centro de felicidad.
No puedo negar que tu presencia engalanó mi vida desde ese primer instante en que nos
presentaron en aquel
lugar que ya hemos hecho nuestro. Las circunstancias en que nos
conocimos no fueron las mejores pero algo me decía que había sido una bendición
el conocerte en ese
día. Tal vez en ese momento no lo veíamos claro pues
apenas llegamos a
cruzar palabras pero
desde allí ya estábamos empezando a crear una historia.
Con el
pasar del tiempo en cada conversación siempre salían similitudes que nos
empezaban a unir mucho más. Y así nos
llegó el amor: de manera repentina, mágica y especial.
El destino ya tenía esa carta preparada para nosotros desde ese mismo
primer día en que nos vimos. Sólo era cuestión de que el tiempo pasara sin cesar y que llegara nuestro encuentro el cual en este presente tiene un significado muy valioso
para ambos. El amor nos juntó en un sólo corazón el cual
alberga uno de esos amores que ya casi están extintos y de esos que en lo personal me encanta vivir
a plenitud. Y es que nuestro amor se siente en cada
latir, en cada mirada, en cada caricia, en cada beso y en cada acción que
ejercemos juntos.
Te miro muy llena de amor y no puedo dejar de mirarte pues cada vez que estamos frente a frente
siento que veo mi reflejo en tus ojos. Nuestro amor es un mismo reflejo que destella
una pureza inigualable. Siempre hay una
sincronía entre nosotros, de esas que no se pueden explicar pues sólo se viven al momento y quedan bien
grabadas en el alma. Nunca pensé
vivir una conexión así
con alguien pero
gracias a ti tengo ese
privilegio y me
disfruto en cantidad
cada uno de esos instantes que además de ser inesperados terminan siendo los
más grandes. Y es que ambos nos miramos igual, sonreímos
de la misma manera y hasta cuando expresamos nuestro amor mediante las palabras lo hacemos en el
momento justo. Amamos con la misma
pasión y aunque seamos seres distintos e imperfectos siempre reflejamos el
mismo pensar. Es una conexión mágica que Dios nos permitió
vivir a nosotros de manera exclusiva.
Eres mi
alma gemela mi amor y me siento muy bendecida
de que Dios te haya cruzado en mi camino. Tenemos
una unión muy fortalecida y yo sé que así seguirá siendo. Somos el uno para el otro. Un mismo reflejo que siempre muestra una
transparencia genuina y especial. Un mismo reflejo de un amor que
ya es infinito. Un mismo reflejo que con el favor de Dios perdurará hasta la
eternidad. Te Amo Mi Amor.