"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

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jueves, 24 de marzo de 2016

Los milagros suceden


Cada día es una bendición de la cual siempre debemos estar agradecidos.  No todos los días serán buenos pero siempre hay algo positivo en cada uno de ellos.  De lo positivo es que encontramos esas razones poderosas por las cuales seguir hacia adelante.  Hay momentos en los que nos sentimos abatidos por las situaciones que nos pasan y hasta nos sentimos asfixiados de tanta negatividad que nos persigue.  La desesperación se apodera de nosotros de una manera fuerte que hasta perdemos la Fe de que las cosas van a mejorar.  Dejamos de orar y nos preguntamos el porqué de las adversidades.  Las preguntas cada vez se quedan sin respuestas pues nos cegamos con tanto mal pensamiento y no vemos más allá de lo que tenemos enfrente.

La vida consta de todo tipo de momentos y si Dios nos permite vivirlos es porque sabe que tenemos el coraje necesario para enfrentarlos con gran determinación.  Cuando tenemos esta situación difícil ya sea una enfermedad que nos ronda a nosotros o a alguien cercano o tal vez un problema grave miramos al cielo buscando respuestas de Dios pero al estar faltos de Fe no vemos sus señales.  El tiempo transcurre a su paso y vemos que nada mejora y la respuesta es sencilla:  dejamos de creer y si no tenemos Fe toda tormenta tardará en irse. 

En momentos como este y en todo instante de la vida debemos recurrir a nuestro amigo fiel:  Dios,  Cuando buscamos a Dios para hablarle ya sea en su Bendecida Casa o en nuestra habitación estamos creando esa conexión espiritual que nos brinda inmediatamente paz y una estabilidad enorme en nuestras vidas.  De igual manera la Fe aumenta sin cesar y al estar optimistas ante la vida los milagros suceden. 

Los milagros son esos sucesos que ocurren de manera inesperada cuando todo se ve imposible.  Son las consecuencias de creerle a Dios en todo momento pues Él todo lo puede a través de su eterno amor para con nosotros.  Los milagros suceden, a cada instante los vemos pasar y cuando los visualizamos de bien cerca nos trastocan el alma de una manera demasiado especial que nos hacen cambiar totalmente nuestra perspectiva hacia la vida.  Nos quedamos de manera sorprendida ante ellos porque no le encontramos una explicación lógica pero sabemos que suceden por una hermosa razón.  En definitiva, los milagros son las mejores bendiciones que Dios nos puede brindar en cualquier momento de la vida.

Los milagros suceden para las personas que creen en lo posible e imposible pues aunque a veces dejemos de hacerlo al final las fuerzas de Dios nos reconfortan y nos hacen volver a caminar en Fe.  Cada pequeño gesto constituye ya un milagro de vida pues en el amor está la base de las cosas buenas.  Los milagros llegan por sí solos, así que no debemos desesperarnos ante nada pues sucederán en el momento justo. 

Jamás dejemos de creer en ellos pues siempre serán la esperanza de que siempre hay algo bueno por lo cual estar vivos y agradecidos.

viernes, 11 de marzo de 2016

Palabras de Aliento

Todos en algún momento de la vida hemos pasado por una situación difícil, de esas que de un día para otro nos hacen caer al abismo.  Pensamos que jamás veremos la luz del sol y los días dejan de tener el mismo sentido que le teníamos antes de que comenzara la adversidad.  A veces le reclamamos a la vida del porqué tanto sufrimiento cuando en verdad deberíamos pensar que toda situación tiene un para qué muy poderoso.  Cuando nos sentimos bloqueados y sin dirección alguna Dios hace su trabajo de enviarnos a esos ángeles que nos harán cambiar nuestra percepción hacia ese difícil momento.  Cada una de esas personas llega a nuestra vida de manera inesperada y con un solo propósito:  el de brindarnos palabras de aliento para que podamos recuperarnos del mal golpe.

No todos tenemos la misma suerte de tener a nuestro lado a ese alguien que nos haga sonreír en medio de la tribulación, así que debemos sentirnos bendecidos de que él/ella llegó a nuestras vidas en el momento justo para levantarnos del suelo.  Qué bien se siente el que alguien nos diga en ese instante:  “No estás sólo/a, yo estoy aquí contigo” “Todo estará bien” y entre otros mensajes que edifican nuestra alma y nos nutren de mucho amor y positivismo.  Las palabras de aliento no sólo hacen bien a la persona que está afectada sino que también llena de mucha satisfacción a ese ángel guardián que nos acompaña.  Las palabras de aliento se diseñaron para tocar esos corazones que están heridos por la situación que haya sucedido.  Con tan sólo escucharlas nuestra mente las guarda de manera especial y en su momento volvemos a recordarlas hasta que un día nos hacen entrar en completa razón.

Una palabra de aliento puede cambiar una vida para un mejor futuro.  Por más caídos que podamos estar nunca dejemos de dar aliento al necesitado.  Cada día seamos seres más humanos y ayudemos al caído a salir de ese abismo al cual cayó precipitadamente.  Hoy por ellos y mañana por nosotros.  Mientras más ayudemos a las personas el mundo será uno mejor.