El amor es el lenguaje universal que une a las
personas. Es un vínculo afectivo que
llena nuestra alma y corazón de sentimiento positivos. No importa el tipo de relación que se tenga
porque mientras haya amor sincero de ambas partes no hay poder humano que nos
quite este valioso tesoro.
En una relación de pareja todos deseamos
encontrar a una persona que nos ame y nos complemente en todo. En nuestro caminar nos encontraremos todo
tipo de personas. Algunos amores
fracasarán tarde o temprano porque el amor no es el mismo pero cuando nos
topamos con alguien que nos deja sin palabras, ese es el amor que durará para
siempre.
Cuando tuve el placer de conocerte viste el
lado frágil de mí sin saberlo. La
tristeza abordaba mi corazón por culpa de un amor que no supo valorarme como yo
era. En ese instante yo era más desconfiada,
más fría y más seria de lo solía ser.
Tenía un corazón de piedra y pesar de ello dejé que entraras a mi
corazón como una persona más de mi vida.
Comenzaron las salidas y el cruce de palabras pero yo seguía sumergida
en un dolor demasiado grande del que pensé que me moría. Los meses pasaron y el corazón iba sanando de
mi pasada desilusión pero a la vez había tristeza porque me había enterado de
que no ya te volvería a ver y que tal vez hasta ese momento había culminado la
amistad. La rutina abordó nuestras vidas
y en el momento justo el tiempo hizo su trabajo de que pudiéramos volver a
cruzar palabras a través de la tecnología.
Ese primer día fue bien extraño para mí pero decidí vivir el día a día
según como llegara. Las conversaciones
eran la orden de todos los días y los corazones estaban albergando
sentimientos. Empezaron los te quiero y
los te amo hasta que en el momento justo decidiste regresar para verme
personalmente y fue desde ese momento que decidimos darnos la oportunidad de
decir Sí al amor.
Quiero un amor para siempre y contigo lo
encontré. Eres mi alma gemela y me
complementas de una manera demasiada única que jamás pensé que existía. Contigo aprendí a amar, a sufrir también porque
no todo es color de rosa, a escuchar, a tener más confianza en mí misma y en
ti. Aprendí a sanar heridas, a valorarme
más y a vivir la vida lo mejor que se pueda.
Los años han pasado tan rápido y parece ayer que recién te conocí y ya
estamos cada vez más cerca del escalón de unir nuestras vidas ante Dios. Cada día siento una emoción y orgullo de que
aquí seguimos luchando por nuestro amor.
Gracias por el amor, el apoyo, la confianza, por ser siempre
transparente conmigo y por darme los mejores momentos de vida. Antes yo no sabía lo que era vivir y al ver
tu manera de disfrutar la vida me di cuenta que hay que valorar cada día porque
las tristezas siempre se pueden borrar pero la felicidad siempre permanecerá
intacta pase lo que pase.
Tenemos mucho camino por recorrer y le pido a
Dios que siempre nos acompañe en cada una de nuestras travesías. No pido una vida perfecta porque eso no
existe, sólo pido salud, años de vida y que ambos tengamos la capacidad de
lidiar con los problemas y seamos felices creando nuestra historia. Sólo quiero un amor para siempre y sé que
contigo ya eso es un hecho. Quiero pasar
el resto de mi vida junto a ti, contigo lo tengo todo y hasta más de lo que
pensaba. Contigo hasta el fin mi
amado. Para siempre. Fin.