La
espera desespera y más aún si es algo que tú quieres y el destino te la pone
difícil para alcanzarlo. La mejor forma
de esperar positivamente es mediante la paciencia. La misma es la clave para aguantar el tiempo
que sea necesario mientras cumplimos con nuestros deseos. Quien tiene paciencia no tiene prisa en que
se cumplan las cosas porque sabe que todo es cuestión de tiempo. No debemos apresurarnos en cumplir las cosas
o en tener lo que queremos porque todo es cuestión de esperar y poner nuestro granito
de arena. El destino siempre nos pone
obstáculos para que pongamos a prueba nuestra paciencia y estemos optimistas en
que todo se puede lograr y de que se necesita un tiempo razonable para que todo
se cumpla. Quien posee paciencia sabe
manejar los problemas con una sonrisa y no se preocupa tanto porque confía en que el tiempo le ayudará a solucionarlos. La paciencia unida de otras cualidades ayudan
al ser humano a llegar a tocar las puertas del éxito, abrirlas y brillar en
cada paso que da. No dejes que la
impaciencia te gane, pon tu paciencia a funcionar y verás que vale la pena
esperar.
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