El Valor de los Sentimientos

A veces nos preocupamos demasiado por el cómo nos vemos por fuera que le hacemos todos los cambios debidos y olvidamos los aspectos positivos de los sentimientos.  Olvidamos la esencia de sentir amor o cualquier otro sentimiento hacia las personas.  Olvidamos el encargarnos de tener bonitos sentimientos y de alejar los negativos de nuestras vidas.  No le demos tanta importancia a nuestro físico si al final lo más que vale son los sentimientos que llevamos dentro de nosotros.  El físico es sólo un complemento pero nuestro interior es la combinación perfecta para demostrarle al mundo lo importante que somos.  El valor de los sentimientos es como el amor que sientes hacia otra persona: una fuente inagotable de pura felicidad y que jamás pasa de moda.  Es una bendición el poder sentir y poder recibir esa misma sensación de vuelta.  Cada sentimiento positivo que sentimos tiene más valor que las cosas materiales, que el propio físico de la persona y que cualquier otra cosa que para ti sea lo máximo.  Los sentimientos son lo que nos distinguen de cada persona del mundo.  La clave para saber cuánto valor le ponemos a los sentimientos es viendo cómo nos amamos a nosotros mismos.  Si nos amamos profundamente y no nos insultamos cuando las cosas no salen bien quiere decir que valoramos cada sentimiento que llevamos dentro.  Según como valores tus sentimientos es cómo los demás te valorarán.  Sintámonos bien con nosotros mismos y mantengamos una actitud positiva siempre para que todo el que nos vea se fije primero en nuestros lindos sentimientos.  Todo el que aprecia sus sentimientos tiene la dicha de vivir plenamente su vida sin tener que pensar en cómo se ve físicamente.

Vuela Alto

Vuela más alto de lo que tú piensas.  Escucha lo que dice tu corazón y déjate llevar por tu instinto.  Nunca detengas tus sueños, deja volar tu imaginación independientemente de pensar si el plan saldrá bien o mal.  Lo positivo nos dará más energías para seguir aspirando a más y lo negativo nos enseñará grandes lecciones que llevaremos con nosotros siempre.  Vuela hacia donde te haga feliz y en donde jamás te hagan daño.  Mantén una actitud positiva hacia la vida e imagina todo lo que te haga feliz para que puedas llegar a ese lugar sin problemas.  Siempre habrán personas que te quieren hacer daño pero no permitas que arruinen tu viaje.  Simplemente ignóralas y verás que se cansarán de molestarte y se irán de tu vida.  Vuela hacia la búsqueda de tu felicidad.  Establece metas y ve en busca de ellas.  Se te cerrarán algunas puertas pero otras se abrirán para que las aproveches al máximo.  Vuela hacia las oportunidades, la esperanza y hacia el deseo de luchar.  Une todas tus fuerzas y encamínate hacia una nueva aventura llena de recuerdos, felicidad y miedos.  No dejes que el miedo te acobarde, ten confianza en ti y camina con paso firme que al final verás las recompensas.  Las puertas del éxito están cerca de ti y están esperando a que llegues allí para darte la bienvenida.  Vuela con la paz en tu alma.  Con una mente tranquila se puede llegar lejos.  Mientras la mente y el corazón estén de acuerdo no tendrás problemas en tu viaje.  Vuela lejos y deja el pasado atrás.  El pasado es sólo un recuerdo, despréndete de él y alza tus brazos en señal de seguir hacia adelante.  Vuela con quien tú quieras pero jamás olvides de montar a Dios en cada viaje.  Él es nuestro guía en el camino, nos ayudará a ver bien la ruta que vamos a atravesar y a elegir lo que nos hace bien para poder tomar las mejores decisiones.  Vuela hacia la cima, no tienes nada que perder sino mucho por lo cual luchar y ganar.

Un Nuevo Día

Amaneceres resplandecientes es el significado del comienzo de un nuevo día.  Debemos ser agradecidos por poder tener la oportunidad de abrir los ojos un día más.  El comienzo de un nuevo día da paso a nuevas experiencias, a momentos llenos de felicidad y de hacer cada minuto especial e inolvidable.  Si comenzamos nuestro día con una actitud positiva cumpliremos la misión de obtener felicidad y bonitos recuerdos.  Para que el día empiece bien necesitamos un componente principal: el ser feliz.  La felicidad de un nuevo día es disfrutar cada momento o recuerdo que suceda y llevarlo en nuestro corazón toda la vida.  Siempre van a ocurrir percances pero está en nuestra mente el decidir que nos afecten o continuar disfrutando de las maravillas de la vida.  Haz actividades que te gusten y que puedas disfrutar al máximo.  Pasa el día de la mejor manera posible ya sea solo/a o junto a tus seres queridos.  Lo que importa es que dejes una huella marcada para siempre.  No te arrepientas de tus errores porque de ellos se aprende una gran lección de vida.  Cada día te espera con nuevas oportunidades para escribir tu parte de la historia.  Es cuestión de imaginar, tener una actitud optimista y poner en práctica lo que has pensado.  Vive cada día de una manera que en la noche puedas decir que fue el mejor de tu vida.

El silencio: un arma de doble filo

El silencio es la mejor arma para callar todo lo que sea necesario.  Duele hacerlo pero es la mejor forma de no decir lo que no queremos que se sepa.  El silencio es en simples palabras llevar una doble vida.  En momentos en que hay situaciones que se no salen fuera de nuestro control debemos utilizar el silencio a nuestro favor para evitar más problemas.  ¿Cuántas veces hemos callado por miedo a decir una imprudencia?  ¿Cuántas veces hemos hecho lo contrario: hablar de más y en ese momento deseamos haber callado para no herir a los demás?  ¿Cuántas veces callamos porque no nos atrevemos a decir algo?  Callamos por muchas razones pero hay que saber también que sufrir en silencio es igual de doloroso o en algunos casos peor que decir la verdad. 

Decir lo que sentimos en el momento nos libera de culpas y nos libera de ese problema más rápido.  Si se trata de un problema se hiere a la persona de manera temporal pero luego esa herida va cicatrizando y todo vuelve a la normalidad.  Decir la verdad tiene una sola versión: la tuya, no tiene doble filo como el silencio.  La verdad es la verdad cuando sale del corazón y se ve la sinceridad reflejada en los ojos.  La verdad es pura y sencilla pero la mentira está llena de veneno contagioso.  Cada caso o situación es diferente así que el ser humano tiene que evaluar si va a utilizar el silencio o la verdad.  Recuerda que callar puede ser nuestro aliado pero también puede ser nuestra peor pesadilla. 

Las mentiras y sus consecuencias

Decir mentiras es no valorar los sentimientos que tiene la otra persona, es como si te burlaras de su dolor y no te importara de que es un ser humano igual como tú.  El sentimiento de dolor siempre está presente cuando nos mienten, es percibir que el mundo se nos cae encima y que la confianza que tanto le brindamos a esta persona no vale nada.  Ocultar una verdad es aceptar el ser testigo de algo que está pasando pero que no se quiere revelar.  Las personas no miden el grado de riesgo que puede existir al ocultar la verdad.  A veces por miedo a decir algo que nos duela preferimos decir una mentira para evitar ese dolor.  Lo que las personas no se dan cuenta es que decir una mentira causa mucho más dolor que cuando dices la verdad al instante.  La verdad es un dolor pasajero pero la herida de una mentira dura toda una vida.  La mentira separa a las personas y provoca más problemas de los que la persona tiene.  Mientras más grande es la mentira más falsa es la persona que la oculta.  Toda mentira al final se sabe y es mejor decirla de frente que esperar a enterarse por otros medios.  Una mentira nunca se olvida pero la verdad ayuda a poder minimizar el dolor.