A
veces nos preocupamos demasiado por el cómo nos vemos por fuera que le hacemos
todos los cambios debidos y olvidamos los aspectos positivos de los
sentimientos. Olvidamos la esencia de
sentir amor o cualquier otro sentimiento hacia las personas. Olvidamos el encargarnos de tener bonitos
sentimientos y de alejar los negativos de nuestras vidas. No le demos tanta importancia a nuestro
físico si al final lo más que vale son los sentimientos que llevamos dentro de
nosotros. El físico es sólo un
complemento pero nuestro interior es la combinación perfecta para demostrarle
al mundo lo importante que somos. El
valor de los sentimientos es como el amor que sientes hacia otra persona: una
fuente inagotable de pura felicidad y que jamás pasa de moda. Es una bendición el poder sentir y poder
recibir esa misma sensación de vuelta. Cada
sentimiento positivo que sentimos tiene más valor que las cosas materiales, que
el propio físico de la persona y que cualquier otra cosa que para ti sea lo
máximo. Los sentimientos son lo que nos
distinguen de cada persona del mundo. La
clave para saber cuánto valor le ponemos a los sentimientos es viendo cómo nos
amamos a nosotros mismos. Si nos amamos
profundamente y no nos insultamos cuando las cosas no salen bien quiere decir
que valoramos cada sentimiento que llevamos dentro. Según como valores tus sentimientos es cómo
los demás te valorarán. Sintámonos bien
con nosotros mismos y mantengamos una actitud positiva siempre para que todo el
que nos vea se fije primero en nuestros lindos sentimientos. Todo el que aprecia sus sentimientos tiene la
dicha de vivir plenamente su vida sin tener que pensar en cómo se ve
físicamente.
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