"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

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sábado, 7 de noviembre de 2020

Seguir Caminando

 

La vida es el regalo más preciado que todos tenemos en nuestras manos.  Cada día vivido en esta tierra es un privilegio del cual debemos estar siempre agradecidos.  Los caminos a veces nos llevan por senderos en los cuales no tenemos una muy buena vista pero a pesar de ello mantenemos el paso porque siempre llegaremos a la ruta que deseamos.  A lo que quiero llegar con esto es que no importa lo que esté pasando a nuestro alrededor sólo puedes hacer una cosa:  seguir caminando.

Podrás estar en un camino sin salida, de esos que te sumergen en la gran depresión pero debes seguir caminando porque estar estancado no sirve de nada.  Tal vez no estas en la etapa que quisieras estar pero debes seguir caminando para dejar todo atrás y empezar un nuevo capítulo.  Sentirás a veces que nada tiene sentido y que hasta decidir se torna complicado pero debes seguir caminando hasta lograr llegar a la paz que tanto necesita tu alma para poder lograr pensar con claridad y tomar las mejores decisiones.

Hay que seguir caminando para crear historias, de esas que dejan en cada paso un poquito de nuestra identidad para nunca olvidar.  Hay que seguir caminando para cambiar las cosas que no nos gustan.  No podemos ser siempre conformistas, hay que pararnos y hacernos sentir.  Hay que seguir caminando si queremos lograr sueños, metas y tener un gran futuro porque de ilusiones no se vive.  Hay que seguir caminando si queremos amar, abrazar, disfrutar, vivir porque estar en ese rinconcito por siempre solo tendríamos una vida totalmente monótona.  Hay que seguir caminando porque se ve más lindo el querer continuar viviendo que sentir que estás muerto en vida caminando en el valle invisible.

Hay que seguir caminando porque sí, porque después de cada tormenta siempre hay un nuevo amanecer lleno de esperanza.  Es más fácil estancarse y renunciar pero el corazón siempre tiene sed de continuar así sea de poquito en poquito.  Está en ti en seguir caminando o seguir mirando ese espacio quieto.  Lo que tienes que preguntarte es:  ¿De verdad me gusta en donde estoy o quiero saber que hay después de esa muralla?  Allí se los dejo para que mediten cada vez que se sientan estancados.

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