Es muy típico
decir lo siguiente: “es que el tiempo no
me da o es que no tengo tiempo para hacerlo....”
Recuerdo
una vez que una profesora de la universidad nos dijo en su clase: “El tiempo no lo hay, el tiempo hay que hacerlo.”
Este pensamiento me hizo efecto desde
ese momento y todavía lo recuerdo como si lo hubiesen comentado ayer. Gracias a ese pensamiento es que decidí
redactar este escrito.
El tiempo
pasa tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos suceden diversos eventos….es algo
que nunca se detiene y debemos saberlo aprovechar mientras lo tengamos en
nuestras manos. Cada segundo vale mucho
como para dejarlo desperdiciar en aspectos negativos. Pensemos siempre positivo aunque las
circunstancias no sean las más favorables.
Dejemos atrás las quejas y generemos más acción porque mientras perdemos
tiempo quejándonos el tiempo sigue su marcha y cuando volteamos a ver nos damos
cuenta que ya no podemos regresar hacia él.
Saquemos
tiempo para compartir con nuestros seres queridos y amistades porque los
mejores momentos de la vida se pasan junto a ellos. No esperemos a que llegue el final de nuestra
historia para decirle a ellos lo mucho que los amamos, el momento para decirlo
es ahora. Aprovechemos el hoy y busquemos
ese ratito para hacer todo lo que nos gusta porque hoy estamos aquí y mañana
quizás ya sea demasiado tarde. Recuerda
que todo tiene su tiempo para hacerse realidad, así que sácale provecho a cada
oportunidad que tengas para vivir la vida al máximo. Saca valiosos instantes para sonreír, amar, ayudar
a quien lo necesita, entre otras maravillosas opciones porque son estos
pequeños detalles los que le dan un gran sentido a nuestro tiempo. Proponte lograr todas tus tareas diarias y
verás que las puedes hacer realidad si le pones muchas ganas. Organiza tu tiempo juntando tu rutina diaria
junto con lo que te gusta y así tendrás un balance de ambas.
Con todo lo
escrito aquí debemos dejar de pensar que no hay tiempo para nada y mejor optar
por ser optimistas y realizar todo lo que esté a nuestro alcance. No dejemos que el tiempo pase y sigamos con
la misma excusa, abramos el corazón a un mundo lleno de oportunidades en el
cual cada uno de nosotros es dueño de su tiempo y decidimos la distribución de
cada minuto del mismo. Construyamos
nuestro tiempo utilizando las mejores estrategias de organización, así nos
daremos cuenta que en algún momento tendremos la oportunidad de disfrutar los
pequeños detalles que nos da la vida. Termino
nuevamente con las palabras de mi profesora de universidad para que reflexionen
y busquen la manera de aprovechar su vida al máximo:
“El tiempo
no lo hay, el tiempo hay que hacerlo.” rmr
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