En la vida
pasa de todo desde lo más hermoso hasta lo más difícil y negativo. Cuando afrontamos situaciones difíciles nos
llenamos de sentimientos negativos tales como el coraje, el odio y el
rencor. Nos enfocamos más en todo esto
que sentimos que no nos damos cuenta de lo que esto puede provocar en nuestro
ser.
No debemos
alojar tanto rencor en nuestro corazón porque terminamos en estado de
autodestrucción. El rencor solamente
provoca que acortemos valiosos años de nuestra vida y que nos enfoquemos en
hacer daño a las personas que tenemos a nuestro alrededor. El rencor es para personas que no saben amar
con el corazón y que no tienen el valor de aceptar que hubo fallas y que además,
se niegan a cerrar ese capítulo de una vez y por todas. Todo sentimiento negativo no deja nada bueno
para nuestra salud, es por eso que debemos buscar la manera de ponerle fin al
instante.
¿Para qué
vivir la vida con coraje si tenemos miles de oportunidades para ser feliz? Cuando somos capaces de reflexionar y madurar
lo suficiente nos damos cuenta que estamos listos para dejar entrar el perdón. El
perdón es el reflejo de un alma que es capaz de brillar en la más inmensa
oscuridad. No es solamente pedirlo sino
ir más allá: demostrarlo mediante
acciones positivas. El perdón
siempre llega para dejar en claro que ya es hora de pasar la página y seguir
hacia adelante. Dejemos a un lado el
orgullo, el rencor, el odio y todo sentimiento negativo para dar paso al
perdón. Quien es capaz de perdonar
demuestra que ha crecido en gran manera y es capaz de vivir en paz con su alma.
Ya es hora
de hacer la diferencia....dejemos en el pasado lo que ya no se puede cambiar y
mantengamos en el presente lo que se puede mejorar. Aprendamos a dejar a un lado los rencores y
dejemos que la felicidad haga su parte en nuestras vidas. Maduremos y aprendamos a pedir perdón y a
recibirlo de vuelta. Perdonemos para
poder empezar a cicatrizar esas heridas y así poder enviar esa situación al
baúl de las enseñanzas. Aprendan a
perdonar de corazón y no porque sea obligación.
Les dejo
con este pensamiento de mi autoría:
“Errar es de
humanos y es de valientes aprender a perdonar y no es porque la herida
cicatrizó totalmente sino porque somos capaces de olvidarlo todo para estar en
paz con nosotros mismos.” ysm
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