La vida es un camino que día tras día está en proceso de construcción. A través del andar tenemos la oportunidad de vivir tantos momentos que de cada uno de ellos agarramos alguito y lo conservamos muy bien en el baúl de aprendizaje. Lo bueno y lo no tan bueno se unen en un mismo lugar y de allí nos corresponde a cada uno de nosotros el disponer de todos esos pensares, sentimientos o experiencias. El tiempo pasa y a veces estamos tan concentrados en nuestra rutina diaria que olvidamos por completo el sentarnos un ratito a meditar. La pregunta poderosa que voy a formular es la siguiente: ¿Cómo está tu corazón?
La pregunta mencionada en el párrafo anterior la expreso de manera general pues a veces obviamos uno de los procesos más importantes para una mejor calidad de vida: examinar nuestro corazón. Con el paso del tiempo nuestro corazón ha ido alojando todo tipo de sentimientos que nos llevan en un viaje de altas y bajas del cual sólo nosotros tenemos el total control. Aquí es que no debemos olvidar que lo que sembramos en nuestro corazón es lo que al final reflejaremos al mundo. Es por eso que debemos poner de nuestra parte y sacar un tiempo para evaluarnos de la manera más completa posible. A través de este examen podremos ver qué se puede conservar y a su vez sacar de nuestra alma lo que no nos permite progresar. Nuestro enfoque siempre debe ser en el camino del bien pues por allí es que llueven las bendiciones.
Lo negativo llena de odio nuestro corazón y terminamos haciéndonos esclavos de todo lo que nos hace daño. Lo peor es que cuando lo liberamos todo tenemos como consecuencia que va a llegar este ambiente difícil a cada una de las personas que se nos cruzan en el camino. La amargura y todo lo que viene con ella debe ser algo que tiene que estar fuera de nuestro entorno pues ocupan demasiado espacio y no permiten la entrada de lo que verdaderamente vale la pena. Hay que abrir paso a todo lo positivo, todo lo que proviene de Dios. Los sentimientos positivos atraen tantas satisfacciones que este escrito no daría abasto para enumerarlas todas. Un corazón positivo emprende vuelo hacia donde quiera ir pues posee el coraje de llegar lejos y brillar con luz propia en medio de todo lo que le rodea. Lo positivo llama más la atención y nos llena de mucha vida. Una parte fundamental que debe estar bien asegurada en nuestro corazón es el amor porque de aquí nace una paz bien completa. Mantengamos vivo este sentimiento que es la fuerza más poderosa que llena nuestros alrededores de una magia increíble.
No lo dejes para luego, el momento es ahora. Examina tu corazón y haz un encuentro contigo mismo. Vivirás la grata experiencia de ver todo lo que guardabas en tu interior y a su vez te ayudará a convertirte en una persona más segura de ti mismo/a.
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