La vida va y
cada día tenemos la maravillosa oportunidad de escribir una nueva hoja que
dejará detallada nuestra historia. El
hoy lo tenemos en nuestras manos para vivirlo a plenitud y a su vez podemos
comenzar a planificar el mañana. Nos
llenamos de grandes emociones y las ilusiones forman parte de ese momento. Vivir de ilusiones tiene sus dos caras y está
en nosotros el rostro que queremos mirar y seguir.
Es bueno
ilusionarse cuando hay probabilidades de hacer posible una gran realidad. Nos llenamos de tantos sueños y metas que
luchamos hasta el cansancio para llegar hasta ellas. Los límites no son impedimentos para ir tras
lo que queremos. Nos montamos en el tren
de la vida y mantenemos nuestra persistencia para hacer realidad esas
ilusiones. La satisfacción de verlas realizadas
ante nuestros ojos es increíble pues sabemos que trabajamos duro para que esas ilusiones
no se quedaran vagando en nuestra mente sino que pasaran la milla extra y se
impusieran ante el mundo.
En cambio,
no todo es color de rosa en las ilusiones pues también tienen sus matices
grises y negros. Vivir de ilusiones debe
ser una herramienta utilizada a nuestro favor y no para estar atada a ella por la
eternidad. Quien vive sólo de ilusiones
se mantiene preso en el mismo pensar. Su
vida gira única y exclusivamente a estas fantasías que jamás se harán realidad. Es empezar a caer en el vicio de la locura
que a su vez provoca que cavemos nuestra propia tumba. De ilusiones y fantasías no se vive pues
jamás podríamos llenar las hojas en blanco de nuestro libro de vida. Vivir de imposibles es sentirse siempre
incompleto y hasta lleno de un gran vacío que tardará tiempo en sanar.
Vivamos de
ilusiones que nos hagan motivarnos más y más.
Vivamos de esas ilusiones que llenan nuestra alma de vida y que
convierten nuestros sueños en grandes realidades que siempre quedarán
resaltadas en nuestro caminar. Cada vez
que quieras vivir de ilusiones conecta tu mente y corazón en una sola voz y que
tus pasos corran en la misma dirección.
Sólo así las ilusiones no se quedarán en ilusiones sino que serán todo
lo que siempre queríamos ver.
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