Puedes
sentirte mal por dentro pero hasta que no digas qué te sucede nadie lo va a
notar. Puedes pasar desapercibido frente
a las personas si no te haces notar entre la multitud. Puedes tener opiniones negativas de las
personas pero si no te tomas el tiempo de conocerlas no podrás quitarte de la
mente esos pensamientos incorrectos.
Puedes decir que todos están mal cuando en realidad puedes ser tú quien
tiene el problema. Puedes decir que
nadie te ama cuando en realidad hay personas que te lo demuestran hasta el infinito. Puedes decir que te sientes bien cuando en
realidad tus ojos delatan lo contrario.
Puedes decir que te sientes solo/a pero si te fijas bien tienes tantas
personas que quieren lo mejor para ti y que en el momento en que los necesites
estarán diciéndote: aquí estoy para apoyarte.
Puedes decir todo lo negativo acerca de la vida pero si no te enfocas en
lo positivo jamás podrás sentir tranquilidad.
El sufrimiento es algo normal en la vida pero hay que saber manejarlo
para que no nos interrumpa los minutos de alegría que tenemos. Son tantas cosas las que podemos decir pero es
mejor mencionar sólo aquellas que nos han hecho feliz. ¿Para qué perder el tiempo pensando en lo que
sucedió y olvidarnos de lo maravillosa que es la vida? Las cosas suceden por una razón y todos
podemos lograr mantener un ambiente de optimismo si nos lo proponemos. Anímate a dar ese paso, piensa en la
felicidad que hay y la que viene y verás que la vida no te tratará tan mal.
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