Llegan momentos en los
que no pensamos en que tarde o temprano puede llegar el fin de nuestras
vidas y actuamos como si fuéramos a vivir en la tierra siempre. Pero empiezo con esta pregunta que te va a
poner a reflexionar como me sucedió a mí: ¿Has pensado en donde estarás el día de
mañana? Es una pregunta que para muchos
suena como algo normal pero para otros es como si nos fuera a pasar algo que no
pudiéramos evitar. En esto último me voy
a enfatizar en este escrito.
A veces no pensamos en
que nos va a pasar algo malo pero también se nos olvida el gran significado que
tiene el estar vivo y valorar este regalo como un gran tesoro. No debemos descartar que nuestro destino ya está
escrito pero al menos debemos vivir lo mejor posible el tiempo que estemos
aquí. Mientras estemos con vida debemos
estar agradecidos con Dios por permitirnos estar aquí viviendo nuevas experiencias
que nos hacen crecer y por ayudarnos a ver la vida como momentos en
los que hay etapas difíciles pero a la vez hay otras que son maravillosas. Debemos amar al mundo y perdonar a los que nos
hicieron daño porque si algún día faltamos podemos estar en paz con todos. Hay que mostrarles a todos lo mucho que los
amamos porque aunque nuestra ausencia sea dura el amor y cariño que les dimos
jamás se destruirán porque permanecerán vivos en sus corazones. Debemos sonreír aunque el día haya sido uno
muy duro porque la risa es una de las mejores medicinas para alimentar la vida
por más tiempo. Valoremos cada segundo
de la vida porque cada momento que se pierde es tiempo que ya no regresará. Soñemos con un futuro excepcional pero que la
mayoría de esos sueños no se queden guardados en la mente. Disfrutemos cada cosa que hagamos porque si
algún día nos marchamos de manera inesperada sabremos que gozamos ese momento
mientras duró. Hagamos que nuestro
recuerdo se mantenga vivo por siempre, que nos recuerden por las acciones
positivas y no por nuestros errores. Apreciemos cada cosa que tenemos porque muchas
de ellas llegaron gracias a nuestro esfuerzo y dedicación. No dejemos nada importante para el próximo día
porque quizás ya sea demasiado tarde para poderlo terminar. Aprovechemos las oportunidades que nos da la
vida porque si hoy las rechazamos ya cuando las queramos buscar no estarán
disponibles. Vivamos como si fuera el
último día porque hoy estamos aquí mañana no sabemos.
Así que cuando alguien
te pregunte: ¿Has pensado en donde
estarás el día de mañana? piensa en el
maravilloso regalo de estar vivo y disfruta el tiempo que estés en la tierra
porque ¿Y si no hay mañana en donde quedarán todo los planes que tenía? Esta pregunta final no significa que debemos vivir a prisa
sino que gocemos cada momento y lo valoremos de manera especial porque en este
mundo estamos por tiempo limitado.
* Este escrito va
dedicado a una persona que ahora mismo no está con nosotros pero al saber que ya no está aquí me hizo ver lo
importante y valioso que es la vida.
Lidy Marie gracias por ser mi inspiración. Gracias por hacerme ver de manera profunda lo
importante que es vivir feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario