La última gota que derramó el vaso….

Este es el momento más crítico de una persona, es cuando perdemos el control de nuestras emociones.  Es un tiempo en que cometemos las peores locuras por dejarnos llevar de la emoción que tenemos en el momento.  Perdemos la esencia de estar feliz y olvidamos ver el lado positivo de todo.  Es cuando las emociones están a flor de piel y cualquier cosa que suceda nos afecta más.  El sufrimiento está presente como el mal tiempo de un día lluvioso y no se va hasta que nosotros le pongamos fin.  Sentimos que no somos la misma persona de antes y perdemos las fuerzas para seguir el rumbo de la vida.  Es una época que quisiéramos que pasara rápido pero vemos que no tiene fin.  Acumulamos tanto dolor en nuestro ser que terminamos explotando de la peor manera posible.  Descargamos la emoción hacia las personas que amamos cuando ellos no tienen la culpa de lo que nos esté sucediendo.  Nos cuestionamos el por qué de las cosas y en algunos casos nos sentimos culpables de las situaciones que suceden cuando en realidad no debemos estarlo.  Cuando estamos en ese momento es cuando decimos: esta es la última gota que derramó el vaso.

Son etapas de la vida que todos hemos pasado, unos con mayor intensidad que otros pero sabemos lo difícil que es recuperarse.  Lo que debemos aprender es el poder aceptar la lección que nos da la vida y movernos hacia adelante.  No importa cuán difícil haya sido el momento sino que logramos superarlo y lo dejamos en el pasado.  No encerremos tanto dolor en nuestro ser y no metamos en nuestros problemas a personas que no tienen que ver en el asunto.  Meditemos qué decisiones tomaremos para poder mejorar nuestro futuro.  Busquemos a alguien de confianza para desahogar nuestros pesares y así lograremos liberar el dolor.  Encontremos tranquilidad en nuestro lugar secreto y relajemos nuestra mente en recuerdos positivos.  Evitemos sufrimientos al corazón para que así la felicidad perdure por más tiempo.  Recuerda que el sufrimiento es algo pasajero pero la felicidad es de por vida.