Las
primeras palabras que puedo decir sobre ti:
belleza natural. Qué mejor manera
de empezarte a describir querida luna. Con
tu luz iluminas la oscuridad de la tierra cuando el sol se marcha pero esta no
es tu única función. Eres quien guía los
pasos de toda persona que está pasando por adversidades en el sendero de la
vida. Eres testigo de un sinfín de historias
de amor. Si me preguntaran qué
simbolismo es el más apropiado para ti yo diría el siguiente: pura pasión.
Eres la aventurera más llamativa de la noche. Aparte, tu aparición siempre impacta de
diferentes maneras aunque no lo creas.
En el caso de los escritores eres la favorita de muchos porque a través
de tu perfecta belleza podemos inspirarnos a crear ideas, poemas y escritos de
calidad. En mi caso en particular,
aparte de brindarme inspiración, eres mi fiel compañera de alegrías y
tristezas. Eres quien conoce cada una de
mis historias ocultas aun sin habértelas confesado. Eres a quien le he dicho algunas de mis peticiones
que deseo cumplir en algún futuro.
Cuando me da por extrañar a alguien siempre recurro a tu vista para
sentir la presencia de esa persona cerca de mí.
Te ves bien
diminuta en el cielo pero estás llena de una luz inspiradora enorme. Como dije anteriormente eres una inspiración
para cualquier escritor. Para mí en lo
personal eres una de mis bellas musas que siempre me da esas palabras exactas
para expresar lo que siento en mi corazón.
Mirarte me llevó a describirte en toda su hermosura natural. Voy más allá:
mirarte me inspira en el amor, para ser más específica: en el romanticismo puro en todo su
esplendor. Noches reales junto a ese ser
amado que tanto nos llena de vida.
Noches interminables en las cuales perdemos la noción del tiempo. Emprendemos un viaje mediante el disfrute del
hermoso paisaje que tú nos brindas cada noche.
Incluso conspiras a favor del amor para que las almas gemelas puedan
sellar de manera única este sentimiento que ya es imposible ocultarte.
El amor no
es sólo lo que inspira cuando te miro.
También al visualizarte me inspira a extrañar a las personas que amo
cuando no las puedo ver. Observarte me
inspira a pensar que a pesar de la distancia que puede existir entre dos
personas siempre va a haber una luna que nos una. Mirar la misma luna es ver reflejada en ella el
brillo de la mirada de ese ser especial.
Contemplarla es también recordar a los seres que ya se encuentran en el
cielo. A través de ti nos brindas ese
sentido de tranquilidad que nos hace falta cuando los echamos de menos. Ay luna, lunita, lunera qué mucho me has
inspirado en la noche de hoy. Y este
escrito se queda corto pero el propósito del mismo es poder captar lo más
importante en una sola pieza y sé que lo logré realizar.
Eres todo
un arte creado por Dios. En definitiva
eres una belleza genuina que siempre nos unirá.
En palabras más precisas: todo un
espectáculo gratuito que nunca pasará de moda.
Aprendamos a valorarla, a sacar el mejor provecho de ella y apreciar en
gran medida este semejante regalo que Dios nos brinda cada noche para el
deleite de nuestras vistas. Luna,
siempre serás una de las mejores inspiraciones que he logrado redactar. Gracias por iluminar mi corazón para sacar
las palabras que mejor describen tu belleza natural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario