"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

Síguenos en Facebook:

miércoles, 28 de mayo de 2014

La vida es un carnaval

Como dice muy bien la canción de Celia Cruz (que en paz descanse):  “No hay que llorar que la vida es un carnaval….”  Con esto en mente así mismo nosotros debemos ver la vida.  Alegría, disfrute y celebración son algunas de las características que describen lo que es verdaderamente vivir.  Me puse a meditar todo lo que llega a mi mente cuando veo la palabra carnaval y el resultado es extremadamente impresionante.  Así de sorprendidos deberíamos estar nosotros con la vida porque si estamos vivos es con un propósito poderoso que a través del tiempo iremos descubriendo.  En este escrito les compartiré algunas de esas ideas y palabras para que vean el por qué pienso que la vida es un carnaval.

La vida es toda una fiesta:  es celebrar cada día la maravillosa bendición de estar vivos.  Es saber que llegamos a este mundo con un motivo que vamos a cumplir según recorremos la travesía llamada vida.  Es tener la certeza de que llenaremos nuestros días de vibrantes colores que opacarán las tristezas del alma.  Hay que sentir la energía positiva en nuestras venas y en el corazón porque de eso se trata la vida y los carnavales:  de vivir y percibirlo todo independientemente sea positivo o negativo.  Sabemos que tanto en el carnaval como en la vida diaria siempre suceden momentos inesperados los cuales ponen a prueba nuestro intelecto y reacciones.  La lección que aprendemos es que debemos atesorar todo instante que se nos presenta y usar para nuestro beneficio todas esas experiencias vividas.

Para disfrutar de un buen carnaval debemos hacerlo en grata compañía para que los recuerdos adquieran un mayor valor.  Bailemos al ritmo de la música, dejemos en la pista nuestras buenas vibras y vamos a pisotear todas esas penas y dolores.  Disfracemos la tristeza en trajes de alegría y dejemos lucir esos hermosos colores que avivan el mundo en que estamos viviendo.  Cantemos para alegrar el alma y apasionémonos por el momento olvidándonos de todo lo que nos hace daño.  Sintamos cómo el corazón se llena de energía para seguir disfrutando la vida a plenitud.  Saquemos de nuestro interior ese brillo natural para dejarlo plasmado en cada rincón del carnaval de la vida.  De que existirán momentos en que haya tropiezos pues sí, eso es algo inevitable pero lo importante es saber levantarse y continuar disfrutando del tremendo festín que Dios nos pone a disposición cada día.  La vida tiene mucha comparativa con el carnaval.  Si aplicáramos estas asimilaciones nuestro vivir sería uno totalmente distinto:  viviríamos con más entrega y serían menos los momentos de dolor porque enfocaríamos nuestras energías en la pegajosa música y en ser única y exclusivamente felices.

La vida es como el carnaval:  solo se vive de manera única y no hay espacio para repeticiones.  Valoremos nuestra estancia en el carnaval de la vida antes de que termine la fiesta y nos quedemos sin haber disfrutado de todo lo que este magistral evento nos ofrece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario