Las
palabras lastiman, los eventos negativos afectan nuestro ser y los sentimientos
dejan de estar balanceados. El corazón queda
mal herido después de todo lo que ha sucedido.
La herida tarda en sanar mientras se sigue recordando lo que pasó. Mientras más daño se hace más tiempo se tarda
en que el corazón cierre esa huella.
Sentimos que no somos nada y que todas las personas han llegado a
nuestra vida para herirnos y dejarnos con el corazón en mil pedazos.
Nadie sabe
lo que esconde un corazón herido. A
continuación una breve descripción de la oscuridad de un corazón herido:
Nadie sabe
lo que es tener un corazón mal herido gracias a las personas que nos hicieron
el daño. Nadie sabe lo que uno está
pasando hasta que lo viven en carne propia.
La oscuridad de un corazón herido solamente puede ser sentida por uno
mismo. Sufrir en silencio porque sabemos
que nadie irá a nuestro rescate es la solución más acertada. Es horrible pensar todo el tiempo las razones
por las cuales llegó de golpe ese dolor.
Saber que las personas hacen daño sin medir las consecuencias de sus
acciones. Sentir que la vida ya no es
igual porque el corazón fue tratado como algo insignificante. Pensamos que jamás saldremos de esta
pesadilla que nos va matando el corazón poquito a poco. Cada día nos sentimos peor y llegamos al punto
en que queremos desaparecer del mundo y encaminarnos hacia un lugar donde nadie
nos conozca y podamos sanar esas heridas.
Si las personas se pusieran en el lugar de uno mismo sabrían lo que es
sentir que el corazón nos duela y que no hay forma para que vuelva a su estado
normal.
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