No es justo
que por más que me esmero en hacerles saber a esas personas lo mucho que los
amo no lo valoren de la misma forma que lo hago yo. No vale la pena perder el tiempo pensando en
alguien que ni tan siquiera me dedica un solo segundo de su vida. A veces es mejor estar solo que mal
acompañado. Como si yo pidiera
tanto: no demando todo el tiempo del
mundo….con tan solo unos minutos de atención me dejarás saber que existo, que
soy alguien en tu vida.
Ya veo que
algunas de las amistades de este tiempo no son como las de un tiempo atrás. Antes sacaban tiempo del que no tenían para
verte, ahora ni tan siquiera te escuchan.
Ahora es más fácil ignorarte que decirte de frente: no
tengo tiempo para ti. Es mejor escuchar
una dolorosa verdad que inventar que todo está bien para que a lo último
terminen dejándote como un cero a la izquierda.
Consejo: si en verdad no tienes
tiempo para tus amistades retírate de su vida y deja pasar a las que verdaderamente
quieren estar allí.
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