La niñez,
una etapa muy hermosa y divertida en donde aprendemos a vivir a plenitud sin
pensar en las preocupaciones….comenzamos a emprender con ganas esta aventura
llamada vida….empezamos a conocer muchas cosas y a mostrar nuestra verdadera
personalidad. Cuando crecemos dejamos esta
etapa atrás, a veces queremos volver a ella porque cuando somos niños
reflejamos esa inocencia que caracteriza un ser puro y sincero. Sabemos que no podemos regresar al pasado
pero cuando tenemos la oportunidad de compartir con niños volvemos a revivir
esos momentos que tanto nos hicieron felices.
Su dulce sonrisa
contagia y alegra el día de cualquier persona triste. Su cara llena de ternura enamora a
cualquiera. Me encantan esas ganas que
tienen de conquistar el mundo y lograr todos sus sueños. Se arriesgan sin importar si triunfan o
pierden. Me encanta esa inocencia que
reflejan al mundo. Es una inocencia hermosa
que con el tiempo se va perdiendo. Una
inocencia que se debe valorar y respetar siempre. Sus ocurrencias son las mejores….tienen una
imaginación que vuela tan alto como los pájaros del cielo. Cuando te abrazan lo hacen con dulzura y lo
más hermoso de todo: que cuando te cogen
cariño te aman con locura. Su sinceridad
es la mejor del mundo ya que muestran la verdad tal cual es. Es difícil no adorar a un niño: ellos tienen unas cualidades increíbles y su
amor es duradero. De ellos debemos
aprender mucho….
Todos
tenemos un niño dentro y a veces debemos sacarlo a la luz y mostrar esa
inocencia al mundo. Cuando nos acercamos
a ellos podemos ver bien de cerca esa inocencia que llevan dentro. Compartir con ellos es volver a recordar
nuestra niñez y hasta llegamos a convertirnos en uno de ellos con el fin de
hacerlos felices y enlazar estos momentos vividos con los de nuestro pasado.
Hay que
divertirnos como ellos….aprovechar el tiempo como lo hacen ellos. Son la luz del futuro, una luz que brilla
fuerte aunque haya la peor oscuridad del mundo.
Sus ojos muestran esas ganas de amar….su sonrisa muestra ese amor
real….ese amor que jamás hiere y siempre estará accesible a nosotros….sus manos
muestran esas ganas de ayudar de cualquier manera….sus ganas de vivir la vida
nos debe contagiar a todos ya que se disfrutan el hoy como si fuese el último
día de sus vidas. No dejemos morir el niño
que llevamos dentro….dejémoslo salir cuantas veces sea necesario y disfrutemos
de las bendiciones que la vida nos presenta cada día tal y como lo hacen ellos….
Me encanta y es una realidad por eso trato de vez en cuando sacar la niña dentro de mi y siempre trato de no perderla porque si no uno se vuelve amargado y se olvida de los pequeños detalles de la vida
ResponderEliminarAsi mismo es Jule ;)
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