Llega un
momento en el que todos tendremos que partir de esta tierra. Para algunos es más temprano, para otros un
tiempo más tarde pero lo que sí es seguro es que a todos nos llega la
hora....la muerte es algo inevitable. A
todos nos asusta aunque es mejor optar por no enfocarnos en ella. Es por eso que debemos dedicar cada instante
de nuestras vidas para amar, reír, crecer y ser personas de bien para dejar un
legado que se pueda recordar....hoy estamos aquí, mañana no sabemos....
El tiempo
va avanzando cada vez más rápido sin saber en qué momento ya no podremos abrir
los ojos un día más. El destino para
cada uno de nosotros está escrito y en cualquier momento hará valer su fecha. Cuando una luz se apaga ya ésta no brillará
ante nuestra presencia pero siempre se mantendrá viva en los corazones de
quienes le amaron de verdad. A través de
las vivencias ellos mantendrán su nombre y recuerdos latentes....
Cuando una
luz se apaga los corazones de todos se llenan de dolor a lo que asimilan la
partida. El tiempo será su mejor aliado
para sanar toda la tristeza que llevan dentro.
Siempre se les echará de menos pero al mirar hacia el cielo podremos ver
su brillo en alguna de las estrellas del firmamento. Que las personas que le quisieron en vida siempre
recuerden los mejores instantes que vivieron a su lado. Aunque la luz se apague su presencia siempre
estará viva en la tierra que los vio nacer.
Además, el cielo se gana un ángel que siempre velará por el bienestar de
todos. La vida es demasiado corta como
para pasarla desapercibido....mientras tengamos vida aprovechemos bien el
tiempo para cumplir nuestros propósitos para cuando nuestra luz se apague
hayamos logrado lo más posible....
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