Y todo
comenzó con un normal saludo. Cómo
olvidar ese momento, parece que hubiese sido ayer. Me acuerdo que yo estaba asustada por el paso
que surgía y tú estabas dándome la seguridad de que sería el comienzo de una
bonita historia. Todo se dio de manera
poco usual pero sin duda alguna estábamos recolectando nuestros mejores
momentos. Historias, risas, cariño y la
sinceridad eran parte de lo que se reflejaba en nosotros. Por primera vez yo estaba cumpliendo con el
propósito de vivir la vida sin pensar en el futuro y sin mirar mi oscuro
pasado. Cada día era para mí un valioso
tesoro, algo que no se podía explicar con las palabras. Mi mirada lo decía todo: el brillo del amor atacó mi ser. En definitiva había pura felicidad en el
ambiente. Había diferencias que nos
impactaban en gran medida pero nada que una buena comunicación no pudiese
resolver.
De un
momento a otro todo ese aire de alegría que se podía respirar se tornó en uno
de largas tristezas. Ya los días no
irradian ese gran color vibrante, ahora todo se volvió gris en mi corazón. Estar a la mitad del camino con planes de un
futuro junto a ti y ver cómo todo eso se desvaneció en un abrir y cerrar de
ojos. Me podía esperar cualquier
problema menos el que nuestra historia tuviese que terminar así de
repente. Tus palabras me dejaron en total
incertidumbre: se puede decir que todavía
no he caído en tiempo. Aun es la hora que
no sé la razón por la cual está pasando esto.
Se puede decir que quizás nunca la conoceré. Lamentablemente la comunicación se ha perdido
del todo y eso era un factor clave que siempre yo consideraba importante para
mantener en pie nuestra relación afectiva.
Llevo noches en vela pensando en esta situación y por más que le doy
vueltas al asunto me quedo sin respuesta a todas mis preguntas. A veces me gustaría tener el poder de saber lo
que dicen tus pensamientos para así tener la certeza de qué es lo que verdaderamente
sientes por mí.
Luego de
esa plática mi corazón se quedó muerto en vida y mi mente está envuelta en una
tormenta de pensamientos y recuerdos. Cuando
de amor verdadero se trata se puede decir que las heridas no se pueden sanar de
la noche a la mañana. Y pensar que
siempre fui yo misma, que lo di todo por ti y hasta más de lo que cualquier
persona pudiese dar al amor de su vida.
Mi propósito siempre fue amarte sobre todas las cosas. La mujer que llegaste a conocer ya hoy no
existe. Con todo lo que pasó esa chica
se perdió en el camino para no volver jamás.
Podrás pensar que queda algo de ella pero no es así. Su cuerpo está físicamente igual pero su alma
jamás volverá a ser la misma.
Y ahora me
pregunto: ¿En dónde quedó todo lo
vivido? ¿Acaso sólo fue una
fantasía? ¿Nunca fui importante para
ti? Pues para mí siempre lo fuiste,
desde el primer momento. Aun sin
conocernos bien ya te tenía un gran aprecio y confianza. Me atreví a decirte cosas de mi vida que
ninguna otra mujer te confesaría y lo hice con el propósito de que vieras mi
sinceridad desde el comienzo. Cada
detalle fue hecho con el corazón para que notaras que el amor que sentía por ti
era uno verdadero. Cada palabra dicha
fue más clara que el agua. Nada te
oculté y lo más importante en todo esto: nunca me convertí en alguien que no soy,
siempre dejé expresado libremente mi personalidad y mi manera de ser.
Ahora lo
que hay entre nosotros es distancia.
Cuántas veces he querido acercarme a ti pero ya hasta miedo me da de
empeorar la situación. Pienso que no hay
lógica para este muro que estamos creando cuando en realidad ambos tenemos un
cariño especial, de esos que ya están escasos.
La comunicación era clave principal pero la misma falló ese día cuando no
me diste una razón válida para el fin de lo que nunca empezó. Esa respuesta era muy importante para mí
porque allí podría comprender el porqué de tus palabras. Aparte podía tener la oportunidad de
reflexionar y buscar una solución para el problema pero lamentablemente eso no
sucedió. Optaste más por el silencio que
a tu gran virtud la sinceridad. Por más
fuerte que fuera la razón me la podías confesar porque todos cometemos errores
y los mismos nos ayudan a rectificar. Ya
nada volverá a ser como antes. El tiempo
dirá si algún día tendré la respuesta a todas esas interrogantes que aún me
agobian.
Llegó el
principio del fin. Algo que jamás pasó
por mi mente pero aquí está. Me siento
triste porque todo haya tenido que terminar de la manera en que sucedió. Me aseguraste el comienzo de una bonita
historia pero el destino nos jugó una mala pasada. Nunca se pudo concretar lo que tanto teníamos
en mente. Muchos planes, tantos
recuerdos, tanto amor y ya de eso no hay nada.
Al parecer esto fue una realidad muy bien imaginada. Un inicio en el cual ya el fin estaba a la
vuelta de la esquina pero nunca lo quisimos ver.
La vida
está llena de muchos misterios y cuando de amor se trata todo puede pasar....
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