Aquí estoy
frente a ti y no puedo dejar de mirar tus labios. Son demasiado de encantadores y tienen algo
que me paralizan al instante. Y es que
de ellos provienen esos besos que tanto me encantan. Desde ese primer día en que mis labios hicieron
contacto con los tuyos me empecé a sentir muy atraída por esa manera romántica y
genuina en que se daban nuestros besos. Nada
más cierro mis ojos y mi mente comienza a emprender un viaje provocando que automáticamente
me quede presa en ti. La cárcel de tus
labios es una tan fuerte que me convirtió en adicta a tus besos hasta la
eternidad.
Ya no hay
vuelta de hoja, soy adicta a todo de ti pero en especial de esos labios
carnosos que me tientan en cada beso.
Son una droga instantánea que me mantienen pegada a tus labios y a la
vez son la cura para todos mis males.
Esos besos que me brindas endulzan mi vida de una manera muy especial
pues cada uno de ellos viene cargado de mucho amor. Cada vez que tengo la oportunidad de rozar
tus labios me transporto a un mundo en el que quiero estar por siempre. Aquí no hay hora de regreso pues vale la pena
hacer este recorrido junto a ti mi amor.
Me vivo cada beso a plenitud porque nunca se sabe si éste será el último
que nos podamos dar. Cada día que pasa
me enamoro más de tus besos pues los mismos le inyectan a mi corazón toda esa
chispa apasionada que tienes dentro de ti.
Tus labios
siempre van a ser una de mis mayores debilidades y uno de mis rincones
favoritos para visitar pues desde que empecé a vivir tu forma de besar ya me
consideraba adicta a tus besos. Luego de
todas estas palabras quiero expresar que ya te quiero comer a besos mi amor. Que el tiempo se detenga y estemos tú y yo
expresando nuestro amor en todo su esplendor.
Soy y siempre seré adicta a tus besos.
Que me sentencien a cadena perpetua si es necesario pero de tus labios
yo no me muevo jamás. ¡Te Amo Mucho Mi
Vida!
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