Cuando la melancolía llega

Un día como cualquier otro.  Ninguna actividad en especial simplemente vivir el día con todos sus momentos.  Con el paso de las horas llega la noche y como es costumbre me siento en mi habitación a meditar.  La mente emprende un viaje imaginario del cual en tan sólo segundos se visualiza todo lo vivido a lo largo de mi caminar.  No hago más que concentrarme en disfrutar del recorrido y tu recuerdo aparece a mitad del viaje y en ese justo momento es cuando la melancolía llega sin ninguna invitación.

Cuando creía que todo estaba bien no era así.  Allí estaba nuevamente tu presencia la cual me hace bien porque te puedo ver pero a la vez me hace caer en cuenta de que ya no estás a mi lado.  Y esta historia se ha estado repitiendo en algunas ocasiones durante el trayecto de mis días.  Las heridas de tu ausencia ya están sanadas, es sólo que al recordarte con tanto amor la melancolía llega al instante pero yo sé que esto es algo pasajero.

Y es que cuando la melancolía llega sin avisar nos pone en un estado anímico cambiante.  En unos momentos estamos llenos de gran felicidad que nos olvidamos de las adversidades que nos abruman.  En cambio, hay otros días en que estamos bien decaídos y hasta se nos quitan las ganas de vivir la vida a plenitud.  Las lágrimas llegan de la nada y eso es porque el corazón aún está marcado por los sucesos del pasado.  El corazón está impactado por los bonitos recuerdos que se mantienen intactos pero que ya no causan ningún dolor al revivirlos.  Esta melancolía se debe más bien a la falta de la presencia de ese ser a quien amamos pero que por circunstancias del destino ya no volverá a estar en nuestros brazos.

La melancolía ya forma parte habitual de mi vida así que cuando llega la recibo pero no dejo que se apodere de mi entorno.  Mientras más rápido deje de pensarte más fácil será deshacerme de la melancolía.  Cuando la melancolía llega ya sabe que su estancia en mi vida tiene una fecha de vencimiento.  No me agobio, simplemente dejo que todo fluya al natural y cuando menos me lo espere ya la melancolía de recordarte se habrá desvanecido del todo.

Quiéreme

Querer es una palabra compuesta de 6 letras y con un significado muy abarcador.  El querer es un sentimiento que nace desde el corazón para manifestarlo de distintas formas hacia las personas que nos rodean.  Querer a alguien debe ser un sentimiento mutuo que llene el entorno de mucha armonía.  Querer es algo fácil de expresar pero mantener vivo este afecto con el paso del tiempo no es tarea sencilla para nadie pero la satisfacción de vivirlo y demostrarlo de manera transparente es la prueba más sincera que se puede dar.  Es por eso que si vamos a querer a alguien hay que hacerlo de la siguiente manera:

Quiéreme tal y como me conociste pues gracias a mi manera de ser fue que te acercaste a mí.  Quiéreme con mis virtudes y defectos pues todos tenemos un poco de todo y de mi parte yo te sigo queriendo igual.  Quiéreme por los sentimientos que llevo dentro de mí y no por lo que tengo pues de un momento a otro puedo perderlo todo pero lo que siento hacia ti siempre va a permanecer intacto.  Quiéreme con sinceridad porque de esta manera podemos cultivar unos lazos inquebrantables.  Quiéreme de la manera que yo te quiero a ti:  con mucho amor, cariño y dulzura pues realmente me lo merezco por el trato que te he dado y aparte me sentiría más a gusto al estar con alguien que ama con la misma intensidad que yo. 

Quiéreme sin juzgarme porque todos tenemos nuestras fallas y aun así Dios nos ama tal cual somos.  Quiéreme pero también déjame ser libre pues toda relación afectiva no debe tener restricciones de ninguna índole.  Quiéreme pero primero que nada quiérete a ti mismo pues de esta manera al amarte primero podrás establecer un afecto sólido con las demás personas y por supuesto, conmigo.  Quiéreme porque sí, porque básicamente el corazón está hablando y ya es tiempo de hacerle caso a su mensaje. 

Quiéreme a toda hora, en todo momento y en todo lugar.  Tan sólo quiéreme, no te exijo nada más.  Quiéreme y por ende, cumplirás tu propósito en mí que es el de hacerme la mujer más feliz del mundo.

Todo obra para un bien

La vida es una total aventura la cual nosotros emprendemos con total locura y hacemos de ella un camino de huellas duraderas.  Nos montamos en la montaña rusa de la vida teniendo en nuestro andar momentos que nos sacan el grito de la felicidad y otro que realmente nos causan miedos e inquietudes y hasta un paseo amargo.  Una vez estemos montados somos los guías de nuestro propio recorrido y no podemos echarnos para atrás.

La vida no es como la pintan en las novelas o en los libros de cuentos.  La vida es imperfecta así como lo somos nosotros mismos a través de nuestro andar pero a pesar de ello todo obra para un bien.  Dios nos ha elegido especialmente a cada uno de nosotros para que vivamos esta vida que nos ha regalado.  A través de su palabra nos ha enseñado que la vida viene con sus sinsabores, de esos que hasta nos dejan sin ganas de continuar.  Aun así también nos muestra que vale la pena vivirla a plenitud sin importar adversidades que se avecinen.  Todo sucede con un propósito, una razón de ser.  No nos cuestionemos  por qué sino para qué nos sirve esta etapa que estamos viviendo.  Quizás hoy no entendamos el por qué de muchas cosas pero el tiempo nos va dando poco a poco las respuestas a esas preguntas.  Así que no importa cuán malos sean nuestros tiempos pues si desde un principio confiamos en que todo obrará para un bien así se hará valer.  Es cuestión de no perder la Fe, mantenerse siempre optimistas y emprender esa montaña rusa que nos lleva hacia la cúspide del éxito y las bendiciones.

Todo obra para un bien por más dificultades que puedan existir a nuestro alrededor.  La sonrisa debe ser siempre más fuerte que nuestros problemas.  Cada día demostremos que Dios nos brinda su amor incondicional y que siempre obrará para el bien de nosotros.  Vivamos esta vida siendo fuertes en las pruebas y disfrutando de los grandes momentos que se nos presenten antes de que el recorrido de la montaña rusa de la vida termine.

Me duele menos

Los días van pasando a su manera y a cada mañana me levanto con una sonrisa más poderosa que la del día anterior.  Sin duda alguna esa repetida frase que dice El tiempo sana las heridas es una muy acertada.  El tiempo pasa y me duele menos todo lo vivido junto a ese ser que amaba con toda mi alma.  Se quedaron atrás todos esos dolores del pasado que me martirizaban a cada momento del día y no me dejaban dormir en la noche.  Y es que cuando uno está decidido a levantarse la sonrisa comienza a resplandecer desde el interior para luego mostrarla al mundo y por consecuente, queda sepultada la tristeza para siempre.

La vida es descrita como una serie de procesos:  unos días estamos alegres y de pronto podemos caer abatidos al suelo y viceversa.  Cuando las heridas están bien recientes lloramos y no paramos de hacerlo.  El tiempo se encarga de transformar nuestros días en una total pesadilla.  Así me pasó a mí hace un tiempo atrás.  Mi historia de amor se terminó convirtiendo en mi peor calvario.  Fueron días y noches en el valle de la desolación deseando que todo fuera un sueño del cual despertaría y encontraría esa realidad que básicamente está ya desvanecida.  Gracias al tiempo fui viendo las respuestas a todas mis preguntas y la mente empezaba a razonar el porqué no podía seguir siendo una historia de amor duradera.  Allí entendí que ya no debía seguir derramando lágrimas sino que debía levantarme firme para así comenzar a sonreírle a la vida.  

No ha sido fácil salir de ese túnel pues cuando se ama de verdad se sufre la separación pero poco a poco el corazón ha ido cicatrizando.  Aún estaré débil pero camino por la vida a paso fuerte pues ya me duele menos su ausencia.  Los recuerdos ya no causan tantos estragos en mi vida porque he aprendido a olvidar lo que no me hace bien y a dejar vivo lo que sí vale oro.  El mencionar tu nombre ya no es un acontecimiento revolucionario sino más bien es hablar de ti como una persona más que forma parte de mi vida.  Ya no te extraño ni mucho menos le deseo a las estrellas el volverte a ver.  Que el destino se encargue de volvernos a encontrar si está previsto en los planes de Dios.  Me siento tranquila conmigo misma pues di todo lo que pude dar sin dejar de ser yo y aunque no haya funcionado sigo en pie de lucha.  Aparte me siento feliz porque cada día que pasa me duele menos.  La etapa de sufrir por ti por fin se acabó.  Ahora es mi momento de ser feliz y claro, siempre deseándote lo mejor. 

Nuestra Cita

El amanecer del día de hoy no fue como todos los demás pues hoy es un día muy especial en mi vida.  Hoy es el día en el cual Dios me va a dar la oportunidad de que tú y yo nos volvamos a ver cara a cara.  Hoy es el día de la cita....nuestra cita.

El tiempo ha transcurrido de una y mil maneras, no obstante, aquí seguimos manteniendo una bonita comunicación.  Nuestra relación tuvo que terminar sorpresivamente por las circunstancias que habitaban a nuestro alrededor pero a pesar de ello el contacto de una amistad quedó en pie.  La distancia nos ha hecho madurar en todas las áreas de nuestra vida y de esta manera es que pudimos empezar desde cero a platicar.  El cariño aún estaba vivo y más aún ese amor que tuvimos por tanto tiempo.  Luego de tantas conversaciones a través de las redes surgió esa posibilidad de vernos personalmente.  Un encuentro que sería de vital importancia en el rumbo de nuestra historia.

En lo personal es como si fuera la primera vez que voy a salir con él.  Los nervios están en su punto más alto.  La ansiedad de ver las horas pasar me llevan al nivel de que deseo con todas mis fuerzas que el tiempo corra a toda su velocidad para tenerte frente a frente y decirte que aun Te Amo.  No importa cuánto nerviosismo o ansiedad tenga pues me entra una gran emoción el volverte a ver.  No sé qué vaya a pasar esta noche en nuestra cita pero como dicen por ahí:  "Lo que está destinado a suceder pasará, lo que no Dios sabe el porqué de las cosas...." ysm

Miro el reloj y veo que ya el tiempo de la espera está llegando a su fin, así que me empiezo a arreglar para ti mi amor.  Quiero dejar en ti una muy buena impresión, que veas que a pesar de nuestra separación sigo siendo la misma mujer de la cual te enamoraste, la que conquistaste en ese día normal de manera especial y la que a pesar de todo te sigue amando con locura.  Tengo miedo de lo que mi corazón pueda manifestar cuando te tenga de frente pero no me voy a echar para atrás.  Estoy lista para verte en nuestra cita que estoy segura que será una velada inolvidable.

Llegamos al lugar acordado y allí me quedo adentro a la espera de verte llegar.  Mi corazón ya estaba palpitando a millón y aun no habías arribado así que sabía que al verte también iba a estar latiendo desenfrenadamente.  En ese ínterin me quedaba pensando en lo que te diría al verte pero mi mente no se imaginaba nada, al contrario, procesaba cada uno de esos momentos que viví a tu lado.  Sé que si no hubiese sido por esas situaciones adversas que sucedieron tú y yo estaríamos aun juntos porque nuestro amor era un fuerte bien sólido que contra viento y marea era difícil de destruir.  Y aún lo sigue siendo porque muy dentro de mí lo siento igual.  Todo ha cambiado pero a la vez nada ha perdido su sentido pues aunque no estemos juntos aún hay amor del bueno de por medio.  Cuando estemos frente a frente nos daremos cuenta que no importa cuán separados hayamos estado pues nuestro amor aún está intacto con sus alegrías y momentos difíciles.

El tiempo seguía corriendo y ya era hora de dejarlo todo en manos del destino.  Que se hiciera valer la voluntad de Dios en nuestra cita.  Respiro profundo y me dirijo hacia el exterior del lugar acordado para ver si tu presencia estaba en mi búsqueda.  La espera por fin se terminó.  Te veo llegar con una gran emoción en tu rostro y en el mío ni se diga.  Se podía decir que el tiempo se detuvo al momento del reencuentro ya que nuestras miradas se conectaron la una a la otra al instante.  Nunca imaginé que nuestro encuentro iba a empezar así.  Nos fundimos en un abrazo y aprovechamos cada instante para platicar de nuestras vidas ya que nuestro tiempo estaba limitado.  Parecía que nunca nos hubiésemos separado pues aun recordábamos nuestros momentos de alegría y hasta nuestras malas mañas.  Era evidente, había amor entre nosotros.  Por circunstancias de la vida la separación tuvo que ser parte de nuestra historia para hacernos reflexionar sobre lo sucedido y madurar en aquéllas áreas de debilidad. 

El futuro está a la vuelta de la esquina y la realidad es que no se descarta la posibilidad de que tú y yo volvamos a ser una sola alma.  Todo puede pasar en esta vida pero lo que sí estoy segura es que Te Amo y que si todas las piezas encajan en su lugar el destino nos volverá a juntar tarde o temprano.  Esta noche me demostraste tu amor en todas sus facetas.  Me la pasé increíble junto a ti, una noche para nunca olvidar.  Que esta cita sea el inicio de un regreso entre nosotros.

El amor se sacrifica

El amor se sacrifica.  Te mantiene tan sintonizado con las necesidades del otro que a menudo respondes sin que te lo pida (Texto sacado del Libro El Desafío del Amor).  Estas palabras son una realidad en nuestro diario vivir pues siempre debemos prestarle atención a lo que nuestra pareja necesita para que así podamos brindarle nuestra mano amiga de manera incondicional.  Y esto me puso a pensar que una palabra que describe muy bien este escrito es la disposición.  Tanto en la vida como en el amor hay que siempre estar a disposición de esa persona especial pues eso demuestra la calidad de ser humano que somos ante el mundo.  Cuando un amor es verdadero siempre va a estar a nuestro lado incondicionalmente porque en su corazón está bien fuerte ese propósito de permanecer junto a nosotros en todo momento.  No importa que estemos en la etapa más gris de la vida pues nuestra alma gemela allí estará iluminando cada uno de nuestros pasos.

Cuando se ama de verdad hay que estar dispuestos a sacrificarse no sólo por el bienestar de la pareja sino porque ese amor que tanto se profesó en un principio nos hace ver la relación desde un punto de vista más profundo y completo.  Sacrificarse no es fácil pues aquí dejamos de lado todas nuestras necesidades y le damos prioridad a las que tiene nuestro ser amado para la durabilidad de la relación.  Es importante comprender lo que nuestra pareja necesita y hacer lo que esté en nuestras manos para brindarle un estado de felicidad.  A veces el amor paga las consecuencias de nuestros actos pero cuando el mismo es uno bien sólido comprendemos perfectamente el valor de sacrificarse.  Por el amor hay que dejar el todo por el todo aunque no recibamos nada a cambio.  Aunque pensándolo bien sí recibimos algo a nuestro favor y es ese amor sincero de parte de nuestra pareja en recompensa a ese apoyo extraordinario en todo momento.

¿Cuánto estarías dispuesto a dar por tu alma gemela?  Esa es la pregunta que nos debemos hacer al momento de iniciar la relación pues si realmente no estamos dispuestos a arriesgarnos por en el nombre del amor es mejor pensar bien las cosas y tomar una decisión a tiempo para el bienestar de los dos.  La respuesta a esa pregunta la encontraremos bien ubicada en nuestro corazón junto al amor que le tenemos.

Enamorar con las palabras

Las palabras son un medio de doble filo para expresar lo que llevamos en lo más profundo de nuestra alma.  Para todo tiempo necesitamos de ellas pues de esta manera es que principalmente comunicamos al mundo nuestro sentir.  El amor es un sentimiento que se siente la mayor parte de las veces y mediante nuestras emociones lo exaltamos aún más pero hasta en esta área de la vida las palabras son un punto clave.  Y es que a través de las letras podemos enamorar a nuestro ser amado.

Enamorar con las palabras constituye toda una aventura romántica en la cual nuestro propósito principal es poder conquistar el corazón de esa persona a quien consideramos nuestra vida entera.  Hay personas que desde muy pequeños tienen este arte de enamorar con las palabras.  Atraen hacia nosotros esa dulzura que nos hace caer en la tentación de seguir escuchando y/o leyendo sus palabras.  Es una experiencia única que sólo pocas personas saben dominar a la perfección.  Quienes logran hacerlo de manera sincera deben sentirse halagados pues es un gran trabajo que no todos pueden enfrentar y al final del mismo se obtiene una extraordinaria recompensa.

Hay que tener cuidado en todo momento porque algunas palabras vienen disfrazadas con el propósito de hacer daño en algún futuro.  A veces por más bonitas que se vean o se escuchen no necesariamente son dichas con total sinceridad.  Nos dejamos cegar por lo expresado que olvidamos analizar la confiabilidad de las mismas.  No es que andemos por la vida desconfiando de las personas pero antes de tomar cualquier paso es importante analizar la escena.  Cuando las palabras son sinceras se verá reflejado en el aire una pureza inmensa que directamente impactará nuestro corazón y sentiremos esa seguridad de poder confiar sin equivocarnos.  Procuremos que estas palabras siempre vengan acompañadas de acciones y/o gestos que validen mucho más el mensaje expresado.

Una cosa sí es segura y es que cuando el amor es verdadero no necesita enamorar con palabras falsas pues a través de la mirada y de cada acción se nota la transparencia del sentimiento.  El enamorar con las palabras se convierte en un preciado regalo que nunca olvidaremos.  Ese es el toque romántico que sólo los amantes de verdadero amor saben dar en el momento preciso.  Es un deleite para nuestros sentidos pues sentimos que cada una de esas palabras complementan todo el amor que le tenemos a nuestra pareja.  Y es que cuando enamoramos mediante las letras desnudamos los sentimientos a nuestro ser amado y le dejamos saber cuán importante es para nuestra vida y corazón.  Nada mejor que un hermoso detalle escrito por sus manos o proveniente de esos labios de nuestro amor eterno.  Enamorar con las palabras es una conquista cada día pues la creatividad está en su nivel máximo y siempre lograremos el objetivo de que nuestra pareja nos ame y crea siempre en nosotros.  Enamorar con las palabras tiene ambos lados de la moneda y nosotros somos los que decidimos la parte que vamos a usar con el amor de nuestra vida.

Reacciones

En la vida siempre se suscitan situaciones de todo tipo.  Algunas de ellas son mejores que otras pero cada una pone a prueba nuestra manera de reaccionar.  Aquí las emociones juegan un papel bien importante ya que de ellas es que surgen esas reacciones inmediatas que en algunos casos no podemos controlar.  Nuestro comportamiento ante todo problema es un factor de sumo peso pues esto determina en gran medida nuestra forma de ser. 

Cada ser humano es único en su manera de reaccionar.  Cada cual tiene una personalidad por la cual desarrolla una forma de reaccionar muy particular.  A veces reaccionamos de forma correcta pero a veces por nuestro carácter terminamos empeorando las cosas.  En ocasiones hasta deseamos el haber hecho todo lo contrario a lo sucedido y así la historia al final hubiese sido otra.  A veces nos culpamos por haber actuado de esa manera y daríamos lo que fuera por volver a esa parte y enmendar dicha reacción.  Lamentablemente no poseemos una barita mágica para cambiar una escena o para reaccionar de X o Y manera ante la vida.  Tampoco podemos planificar la manera en que reaccionamos pues las situaciones y la actitud que asumimos ante ellas suceden de forma imprevista.  En momentos como este hay que reconocer que somos seres cambiantes y que según la situación que esté pasando es la manera en cómo vamos a actuar.  De una reacción normal podemos cambiar erráticamente nuestra expresión en tan sólo segundos.

No es nada fácil todas las historias que se dan a través de la vida pero en cada una de ellas podemos ver cómo reaccionamos y a su vez meditar si fue correcta o no la manera de actuar.  Lo importante en todo esto es estar siempre preparados ante todo escenario que se nos presente pues de cada reacción aprendemos algo nuevo.  Mantengamos siempre en mente que todo sucede cuando tenga que pasar.  Ya sea para bien o para mal toda reacción tiene su propósito.