"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

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jueves, 30 de julio de 2015

Cuando la melancolía llega


Un día como cualquier otro.  Ninguna actividad en especial simplemente vivir el día con todos sus momentos.  Con el paso de las horas llega la noche y como es costumbre me siento en mi habitación a meditar.  La mente emprende un viaje imaginario del cual en tan sólo segundos se visualiza todo lo vivido a lo largo de mi caminar.  No hago más que concentrarme en disfrutar del recorrido y tu recuerdo aparece a mitad del viaje y en ese justo momento es cuando la melancolía llega sin ninguna invitación.

Cuando creía que todo estaba bien no era así.  Allí estaba nuevamente tu presencia la cual me hace bien porque te puedo ver pero a la vez me hace caer en cuenta de que ya no estás a mi lado.  Y esta historia se ha estado repitiendo en algunas ocasiones durante el trayecto de mis días.  Las heridas de tu ausencia ya están sanadas, es sólo que al recordarte con tanto amor la melancolía llega al instante pero yo sé que esto es algo pasajero.

Y es que cuando la melancolía llega sin avisar nos pone en un estado anímico cambiante.  En unos momentos estamos llenos de gran felicidad que nos olvidamos de las adversidades que nos abruman.  En cambio, hay otros días en que estamos bien decaídos y hasta se nos quitan las ganas de vivir la vida a plenitud.  Las lágrimas llegan de la nada y eso es porque el corazón aún está marcado por los sucesos del pasado.  El corazón está impactado por los bonitos recuerdos que se mantienen intactos pero que ya no causan ningún dolor al revivirlos.  Esta melancolía se debe más bien a la falta de la presencia de ese ser a quien amamos pero que por circunstancias del destino ya no volverá a estar en nuestros brazos.

La melancolía ya forma parte habitual de mi vida así que cuando llega la recibo pero no dejo que se apodere de mi entorno.  Mientras más rápido deje de pensarte más fácil será deshacerme de la melancolía.  Cuando la melancolía llega ya sabe que su estancia en mi vida tiene una fecha de vencimiento.  No me agobio, simplemente dejo que todo fluya al natural y cuando menos me lo espere ya la melancolía de recordarte se habrá desvanecido del todo.

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