En
situaciones de amor callamos lo que siente el corazón porque tenemos miedo de
encontrar una respuesta que sabemos que no vamos a aceptar de inmediato. Una respuesta que puede cambiar el rumbo de
la historia y que puede doler si se ama bien fuerte a la persona. A veces optamos hacerlo para evitar muchos problemas
que puedan surgir después. Problemas que
pueden crecer en intensidad si no se le pone el punto final en el momento. Callamos por miedo a perder a esa persona. Preferimos tenerlo/a a nuestro lado aunque
tengamos que ocultar lo que sentimos por él/ella. Nos conformamos con tener su amor aunque no
sea el mismo que sentimos. Optamos por
ser felices de esta manera aunque no sea lo que en verdad queremos.
Nos
tragamos todo lo que siente el corazón por miedo a arruinar la felicidad de las
personas que están envueltas en el asunto.
Sabemos que con una mala decisión o un mal paso podemos cambiar
totalmente el afecto que tiene esa persona hacia nosotros. Optamos por dejar la situación como está
aunque nosotros estemos sufriendo por dentro y ellos estén felices con sus
vidas. Nos mantenemos en silencio porque
a veces la confusión nos ciega y terminamos dejando pasar la oportunidad de
expresar lo que sentimos. El miedo es el
principal protagonista de nuestra historia…si nos dejamos llevar por él no
lograremos mucho en la vida. Todo
depende de la situación porque quizás el corazón quiera decirlo pero no sea el
momento para hacerlo…se debe evaluar toda ángulo de la historia. Raras veces pero sí es posible es que
callemos para atraer a esa persona cerca de nosotros. Aquí el silencio es la arma secreta para
lograrlo. Si la persona está
verdaderamente interesada en ti vendrá a buscarte y si funciona sabrás que el
silencio hizo bien su trabajo.
Callamos de
alguna u otra forma….a muchos nos ha pasado….lo que tenemos que hacer es evaluar
todo lo que puede pasar. Después podemos
optar por decirlo o como mucho hacemos callar aunque nos duela.