Desde que
te conocí no he dejado de pensar en ti. Hay algo en tu persona que en tan sólo
segundos atrajo toda mi atención. No
había espacio para pensar en otra cosa que no fuera tu nombre. Y en ese instante me senté a meditar y dejé
que el silencio acaparara la habitación.
Las horas volaban sin cesar y aun no caía en cuenta de eso que tanto
adoraba de ti. A mi mente comenzaron a
llegar una serie de preguntas que el corazón iba respondiendo al momento. ¿Será su sonrisa? Bueno, la misma irradia mucha felicidad
cuando la saca a pasear y a mí en lo personal me fascina pero sé que eso no es
lo principal que me gusta de él. ¿Serán
sus labios? Esa boca que tanto deseo y
me tienta a besarla una y otra vez pero eso tampoco es lo que enloqueció a mi
mente. Pensé también en esas cualidades
que resaltan tu personalidad. Cada una
de ellas capta mi atención pero sé que las mismas sólo son el complemento a lo
que verdaderamente me atrajo a ti. Luego
de tanto meditar me percaté de que estaba obviando una parte muy importante de
tu persona. Mis pensamientos y mi
corazón llegaron a un consenso y en estos momentos puedo expresar que lo que
tanto me encanta de ti es tu mirada apasionada.
Esos ojos
me tienen hipnotizada. Parece que
estuviera hechizada pero no, simplemente su mirada me cautiva tal y cual la
veo. Esos ojos irradian una radiante
luz, en palabras más específicas, tiene ese brillo que reflejan todos los
enamorados y que a mí en el plano personal me encanta ver en él. Esa mirada me eriza la piel en un pequeño
instante. De tan sólo pensarla mis
sentimientos empiezan a volar en el aire de manera que el ambiente se contagia
de este amor que siento por ti. Esa
mirada me enamoró desde un principio. No
sé cuándo y cómo pasó pero lo que sí estoy segura es que ando bien enamorada de
tu mirada apasionada. No puedo dejar de
contemplarte, pues ya soy esclava eterna de esos ojos que son mi Sol de todos
los días y mi Luna de todas las noches.
Esa mirada le da una gran hermosura a mis ojos. Es una conexión única que se da entre los dos
con el fin de interpretar esos silencios que traen consigo mucho amor y pasión.
Tu mirada
está llena de magia, es como una caja de pandora porque detrás de ella se
esconden muchos misterios los cuales me encantaría descifrar con el pasar del
tiempo e historias que describen en su totalidad cada paso que ha dado en esta
travesía llamada vida. Esa mirada me
enloquece de amor, de una pasión desenfrenada que no puedo evitar. Me quiero adentrar más en ella porque sus ojos
complementan los míos de una manera especial.
Esa mirada
apasionada la amo con locura. Es mi
aliento en cada momento de tristeza y mi hermosa luz que le da más brillo a mis
alegrías. Esa mirada apasionada ya tiene
dueña. Esa mujer es la más afortunada del
mundo puesto que se ganó el corazón de un hombre romántico en todo el sentido
de la palabra. Quien diría que yo me
convertiría en esa mujer que en tan sólo instantes convirtió tu mirada de una
común a una muy intensa y apasionada.
Una mirada que jamás pensé encontrar en mi camino pero el destino se
encargó de darme esta oportunidad de verla en mi vida. Fue un hermoso encuentro cuando sus ojos se
cruzaron con los míos. Su mirada....mi
mirada.
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