"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

Síguenos en Facebook:

martes, 13 de enero de 2015

Detenerse a mitad del camino


La vida es un largo camino que va abriendo paso según vamos dejando marcadas nuestras huellas.  Cada día vamos haciendo historia mientras pisamos firme y dirigimos nuestra mirada hacia adelante.  En algunas ocasiones cada paso que damos se convierte en un logro alcanzado y en otras hasta un acercamiento a la cima del éxito y las bendiciones.  El tiempo no se detiene por nada ni por nadie.  Nosotros somos quienes tenemos el control de ese reloj para poder hacer realidad todo lo que se pueda.

Cada momento de la vida requiere de una decisión, algo que instantáneamente cambia nuestro rumbo y nuestra historia.  Algunas decisiones nos salen bien sin pensarlas pero en cambio hay momentos de la vida en que las decisiones son más complejas y nos provocan tensión.  La confusión nos ataca y hasta los pensamientos comienzan a enfrentarse entre ellos.  Cuando la tensión es mucha es justo y necesario detenerse a mitad del camino.

A veces nos sentimos mal porque pensamos que detenernos es símbolo de debilidad pero en eso estamos totalmente equivocados.  Esto no es señal de que hemos echado a perder lo realizado ni mucho menos la perdida de una batalla, simplemente necesitábamos tomarnos un tiempo para pensar.  Detenerse siempre es bueno porque nos ayuda a autoanalizarnos.  Todos los pensamientos se manifiestan para luego ponerse en orden.  En ese instante vemos de dónde venimos y hacia dónde vamos, qué queremos en la vida y qué haremos para llegar hacia ello.  Se pueden hacer una o varias paradas dentro de nuestra aventura pero teniendo en cuenta que lo primordial es no quedarse estancado más del tiempo establecido.  No existe nada de negativo el detenerse a mitad del camino en la medida en que meditemos profundamente y luego tomemos nuestro rumbo.

Es momento de pensar en el futuro que se avecina.  Dejar que los pensamientos fluyan al natural y realizar ese plan mental de todo lo que valdría la pena ver en nuestro caminar.  Mientras estemos a mitad del camino disfrutemos del paisaje y pensemos en esos grandes escenarios que nos esperan si damos unos pasos más.  No importa cuánto tiempo estemos detenidos sino con cuánto impulso salimos a retomar el camino de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario