La
mente: lugar donde surgen y anidan todos
los pensamientos que atrapamos durante nuestro andar. Allí podemos encontrar desde recuerdos
memorables hasta todo lo que nos preocupa en nuestro diario vivir. En ella está la llave principal para entrar a
un mundo lleno de muchas posibilidades.
La mente trabaja ya sea para bien o para mal. Algunos días ella puede ser nuestra amiga
como también se puede convertir en nuestra peor pesadilla. Sólo nosotros tenemos ese poder de decidir si
la queremos de aliada o de enemiga.
La actitud
que tomamos hacia la vida es clave fundamental cuando la mente trabaja....
Y es que si
asumimos una actitud de derrota, de pesimismo o depresión así mismo estará
nuestra mente: haciéndonos ver el lado
negativo de todo. Siempre nos tentará a
cometer locuras de las cuales nos podemos arrepentir luego. Mientras más negativos estemos la vida puede
tornarse en un verdadero infierno. Nos
terminamos convirtiendo en personas que no somos. El rencor y todo tipo de pensamientos dañinos
se apoderan de nuestro ser y una vez entran profundo nos hacen esclavos de sus
mandatos. Una mente negativa se
autodestruye y de antemano comienza a cavar su propia tumba.
Por el
contrario, cuando estamos dispuestos a pensar de manera positiva allí la mente
trabaja junto con el destino para volar hasta donde deseamos llegar. Nos llenamos de vida y de mucho optimismo que
desencadenan en una alta dosis de buena vibra para todos los que están a
nuestro alrededor. Una mente que trabaja
para lo positivo siempre hace el bien.
Tiene sueños, metas y ganas de seguir arriesgándose con tal de conseguir
lo que quiere. Una mente positiva no
significa que esté libre de preocupaciones sino que sabe lidiar con ellas y a
la vez se mantiene optimista ante toda adversidad.
Ya sea para
bien o para mal la mente trabaja de manera automática. Tomemos tiempo para hacernos un examen de
conciencia y eliminar todo pensamiento que haga daño al corazón. De esta manera podemos dejar espacio para que
todo lo bueno que Dios nos brinda a diario se manifieste.
Nunca
olvidemos estas palabras: "Lo que
atraes a tu mente es lo que dejarás plasmado en tus pasos." ysm
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