Época la
cual se convierte en nuestra favorita y es la más anhelada por ese niño interno
que tenemos dentro. Y es que en ese
tiempo nuestros alrededores se iluminan con brillantes luces que avivan el
ambiente y nos llenan de esperanza. No
podemos olvidar los espectaculares fuegos artificiales que se dan de manera
inolvidable. La música da un toque
mágico que despierta al bailarín que llevamos en nuestras venas. La comida es el complemento especial para
celebrar esta época como se debe. En
este tiempo obsequiamos detalles tanto materiales como los que no se pueden comprar
con dinero: el amor, la humildad, tiempo
para compartir, etc. También
aprovechamos esta época para compartir más con nuestros seres amados. Es un tiempo que sin duda une a la familia y
al mundo entero por el significado que conlleva esta época: el Nacimiento del
Niño Jesús. Cada país lo celebra a su
manera dejando mostrar que todos somos diferentes aunque celebremos lo mismo.
La Navidad
para mí es un tiempo que inspira paz y que tiene su magia única porque grandes y
pequeños se lo gozan igual. En este
tiempo debemos dejar a un lado lo negativo e inyectarnos de las grandes bendiciones
que trae consigo esta época. Convirtamos
las lágrimas en recuerdos del ayer y que la alegría empañe por completo cada
gota derramada. Tomemos tiempo para
reflexionar y mejorar los aspectos que hemos fallado en el transcurso del año. Mantengamos viva las llamas de los valores
positivos y deseemos muchas bendiciones para cuando llegue el nuevo año. Que la alegría y el gozo sean los principales
protagonistas de esta época preciosa e inolvidable. Que el espíritu de la Navidad permanezca
siempre vivo en nuestros corazones. Mis
mejores deseos para todos los que lean este escrito. ¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!
Con cariño,
Yahaira
Santos
Administradora
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