El amor
llegó a mi vida en un día cualquiera y de una manera inesperada. En tan sólo segundos mi mundo se iluminó de
vibrantes colores pues mi sonrisa destallaba a gran distancia una hermosa luz y
mis ojos irradiaban pura felicidad que se delataba sin decir una palabra. En ese mismo instante que nos unimos en una
sola alma yo te entregué un corazón que ya había sido lastimado anteriormente y
que aún estaba cicatrizando por las heridas del pasado. Te lo entregué sin pensarlo dos veces porque
a pesar de las aflicciones tú lo estabas llenando de mucho amor y felicidad y
eso le hacía mucho bien. Fue un cambio
radical del cielo a la tierra pues nadie había logrado reparar mi corazón en
tan sólo instantes. Te entregué mi
corazón para que lo amaras y cuidaras como si fuera lo único más valioso de la
vida. Confié totalmente pues mi amor por
ti siempre fue uno que iba más allá de las fronteras. Por ti lo arriesgué todo pues tenía Fe en que
le ibas a seguir dando toda la felicidad que se merecía. Dentro de mi corazón estaba mi vida entera, todo
te lo di en tus manos.
Desgraciadamente
el rumbo de la historia cambió para dar un fin que nadie se esperaba. Ahora recibo de vuelta un corazón desgarrado
y vacío. Ese corazón que latía con gran
intensidad ahora está muerto en vida.
Por más que quiera repararlo no puedo pues el mismo está enfermo de amor
y desamor. Me explico, está enfermo de
amor porque aún te ama con todo su ser pero a la vez está en desamor pues te
echa de menos de una forma en que ni te imaginas. Ya nada volverá a ser lo mismo pues mi
corazón está viviendo en carne propia el precio del dolor de un amor verdadero. Esa mirada brillante dejó de irradiar su luz
pues ahora las lágrimas son su eterna compañía.
Esa sonrisa que se reflejaba cada vez que mencionaba tu nombre ya no existe. A pesar de este sufrimiento mi amor por ti no
ha acabado. Te Amo mucho más que ayer.
¿Cómo hago
para olvidarte? Nuestra historia fue una
única. Hay muchos recuerdos en la mente,
vivencias en el aire, palabras que aún significan mucho, sueños inolvidables, un
amor que no ha muerto, en fin, nuestra historia de amor es una que no se olvida
de la noche a la mañana. Dicen que el
tiempo lo cura todo pero cuando el mundo te lo recuerda a cada instante es bien
difícil sanar rápidamente. Todas estas
letras han sido escritas con lágrimas de sangre en mis ojos pues no puedo
ocultarle al mundo que el corazón está padeciendo mucho dolor. Aún no asimilo tu partida y mi corazón aclama
mucho más tu presencia a pesar del dolor.
Sé que ya no se puede regresar el tiempo atrás, sólo me resta resignarme
y darle tiempo al tiempo para que el corazón desgarrado pueda sanar del todo.
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