"La clave de la felicidad es que te vivas cada día al máximo y alrededor de las personas que amas." ysm

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viernes, 22 de mayo de 2015

Solo para ti

Cada ser humano es diferente en su forma de ser, en su manera de pensar y en la medida en que se deja influenciar por las circunstancias de la vida.  Somos seres cambiantes pues reaccionamos desde un punto de vista diferente y en tan sólo segundos inferimos erráticamente ante los eventos que se nos presentan.

Por este medio quiero dejarte saber acerca de mis experiencias y enseñanzas durante un lapso de la etapa de mi vida.  Aprendí que la ausencia de una persona te dice más que su presencia, que el amor confunde cuando quieres comprenderlo todo y terminas entendiendo cuando el amor deja de ser.  Con el pasar de los días y del tiempo me he dado cuenta que a veces estamos con la persona ideal por las razones incorrectas o tal vez con la persona equivocada por las razones correctas.  Cuando uno ama confía y “Nunca” quita.  No tan sólo es el amor a una pareja, sino también a todo lo que ves, oyes, hueles y tocas porque es lo que nos recuerda que estamos vivos, activos y llenos de potencial.  Yo quería tratar de conocer y sacar el ser humano que vive dentro de ti, esa persona que contemplaba con una mirada profunda.  Llegué a pensar y a tener esta filosofía limitada que si mi relación terminaba “Todo iba a ser un fracaso” y no es así porque ahora lo considero como un escalón hacia arriba.  Como dice el refrán:  Lo que no nos mata nos hace más fuertes.  Nadie le pertenece a nadie, no hay amor más grande que el que dejas ir cuando el viento se lo quiere llevar.  Duele más querer retener a alguien que dejarlo ir. 

En la vida, todo se compone de momentos.  Por un momento he llegado a ser y pensar muchas cosas buenas y no tan buenas.  Sin embargo, un momento cambia, destruye y a la vez transforma así como lo es todo en el amor.  Maravilloso es verse en los ojos de una persona y saber que no es un reflejo, sino que realmente está dentro de nuestra alma.  Descubrí que el amor es todo menos aflicción.  El dolor es el problema que tenemos con las ataduras, el poco conocimiento del amor, el miedo a que el amor mismo deje de ser y el rechazo a descubrir que hay algo que no está bien.  Quizás el dolor es el momento justo cuando estamos a punto de comprender que lo que estamos viviendo no es el amor.  Hay momentos en nuestras vidas que nos topamos con una persona que nos hace cuestionarnos y al hacerlo nos comprometemos a descubrir sentimientos en la “caja de molestias”.  Es ahí donde guardamos las emociones que apartándolas creemos que van a desaparecer pero en realidad nos hacen crecer y seguir hacia adelante.  A veces nos entra la desesperación y queremos solucionar toda una relación en un día o lo más rápido posible.  El problema de la desesperación no está en lo que quieres solucionar sino en ti mismo porque la necesidad de ver un cambio inmediato en tu vida marca el grado de infelicidad que tienes.  El grado de necesidad que puedes tener por alguien es el nivel de insatisfacción que tienes en tu persona.  Nada en la vida es más importante que la vida de uno mismo.  La vida nos empieza a dar respuestas sin pedirlas y nos brinda las experiencias necesarias que nos preparan para las siguientes.

Es por esto que aprendí; que uno no debe llevar cargas ni preocupaciones ajenas basta con las que uno tiene a diario.  Aprendí a estar dispuesta a recibir de una persona sólo lo que ese ser humano puede ofrecerme.  Finalizo diciendo que aprendí que la vida consta básicamente de experiencias y enseñanzas, sin ellas yo no sería la persona que estas viendo en el día de hoy.

Escrito redactado por Mireily Laboy en colaboración con Yahaira Santos

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