En un día
cualquiera decidí buscar la inspiración fuera de las cuatro paredes de mi
habitación. Caminaba hacia rumbo
desconocido buscando ese lugar perfecto para dejar que la inspiración se
manifestara al máximo. Luego de tanto
recorrido pensando en que mi búsqueda no tendría éxito por fin encontré ese
rincón para dejar que mis letras se expresaran libremente. Y qué mejor lugar para meditar que la
playa. La naturaleza sin duda alguna es
la opción ideal para liberar a viva voz todos esos pensamientos que la mente y
el corazón han encerrado por mucho tiempo.
Entre todos
los lugares del mundo este es mi favorito pues maravillosas letras he publicado
de esta belleza natural y la que redactaré hoy no es la excepción. Mientras camino por la arena empiezo a trazar
huellas, de esas que son imborrables como el recuerdo de tu presencia. En ese instante tu nombre impactó mi mente de
una manera excepcional. Qué hermoso
hubiese sido el poder compartir junto a ti en el Paraíso del Amor. ¿Y por qué lo llamé así? Quería un nombre único y genuino para nuestro
rincón predilecto y en honor a esa pasión profunda que nos tenemos Paraíso del
Amor me vino a la mente de manera instantánea y por decisión unánime obtuvo la
victoria. Y es que por ser nuestro nido
de amor este lugar es el sitio que nos aviva más en todos los sentidos. Aquí lo que hay es romanticismo puro en todo
su esplendor, de ese que cuando se valora totalmente desencadena en un amor
para toda la vida.
Aquí me
siento frente a este hermoso mar a contemplar su belleza. La brisa está entonando una melodía perfecta
para mis oídos, el sol está irradiando su hermosa brillantez como es usual y el
mar me está tentando a darme un gran chapuzón.
Ando con mi libreta en mano para comenzar a inspirarme en ti. De un momento a otro mi mente se fue en un
viaje del cual se desconoce la hora de regreso.
Empiezo a imaginar todo lo que hubiésemos vivido si nuestra relación no
hubiese culminado tan pronto. Tantas historias
he visualizado junto a ti en este paraíso pero ahora todas sólo son un recuerdo
de lo que pudo ser y nunca será. A veces
quisiera regresar el tiempo hacia atrás para hacer lo que estaba en mis manos
para que se hubiesen dado esos momentos.
Qué hermoso
se hubiese visto el caminar juntos por la orilla de este paraíso, escribir
nuestros nombres en la arena, redactar historias o hasta recitar poemas, que
las palabras románticas se hicieran sentir dejando de lado todo miedo e
inseguridad. Le añado a estas visiones el
poder correr hacia el agua y jugar como niños sin importar el tiempo para al
final culminar visualizando un espectacular atardecer, luego darnos un beso con
gran desenfreno que como resultado desencadenara en nuestra Llamarada de
Pasión. Y en un futuro qué lindo hubiese
sido el haber hecho realidad junto a ti uno de mis mayores deseos: una proposición de matrimonio en nuestro
rincón favorito y que el Sol de la tarde o la romántica Luna presenciaran este
memorable momento. Todas las escenas son
inolvidables sin duda alguna no sólo por ser una chica romántica sino porque
todas me las hubiese disfrutado junto a ti en nuestro Paraíso del Amor. A tu lado cada una de ellas hubiese tenido el
sentido perfecto pues se hubiesen vivido tal y como se imaginaron y hasta
mejor. Qué lástima que estas memorias no
serán parte de la historia ya que decidiste marcharte dejando enterrado en la
arena todo ese amor que habíamos construido.
Aquí estoy
redactando cada una de ellas para dejarlas de recuerdo pues eso es lo que
siempre van a ser. Aunque estas escenas
ya no adquieran el significado que yo quería de todas maneras allí estarán para
leerlas e imaginarlas una y otra vez. Y en
lo personal para mí este rincón es y seguirá siendo mi lugar, tu lugar, nuestro
lugar....El Paraíso del Amor.
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