Cada mañana simboliza un nuevo capítulo en la historia de nuestras vidas. Nuevo comenzar, nueva oportunidad de seguir llenando las páginas de nuestra historia de amor. No hago mas que abrir los ojos y ya visualizo tu galante rostro diciéndome buenos días amor. Aunque no estés físicamente para decírmelo te llevo bien grabado en mi mente y en mis letras. Emprendo mi día de la mejor manera posible sin dejar de pensar en ti. Tu nombre es dulce alimento para mis pensamientos. Tener en mente esa mirada que me fascina me da energías para tener un buen comenzar. Las horas del día pueden pasar lentas o muy rápidas pero cuando pienso en ti ellas transcurren de manera perfecta. Tú le das a mis días ese toque mágico que aviva mis sentidos.
Cada día tengo la esperanza de poder hablar contigo a nuestra hora favorita. El tiempo de duración de nuestra conversación no es tan importante cuando podemos platicar de las cosas que tanto nos agradan en completa libertad. Las mejores conversaciones las tengo contigo, de eso no hay duda. Cada una de ellas viene con un consejo o enseñanza que me es de gran utilidad para mi vida. Tu grata compañía me permite expresarme tal y como soy. Es como si nos conociéramos de toda la vida porque sin tan siquiera decirnos una palabra ya sabemos lo que tenemos en mente. Lo malo son las despedidas porque me agrada siempre quedarme escuchando de ti y que a su vez sepas sobre los acontecimientos importantes de mi vida.
Cuando las circunstancias de la vida no me permiten hablar contigo no puedo dejar de pensarte en todo el día. Las ganas de verte y pasar tiempo a tu lado me dejan en total alerta. Me la paso mirando el reloj y deseando a los cuatro vientos el poder ver tu rostro una vez más. No dejo de extrañarte ni un solo segundo, tanto así que eres bien adicto para mi mente. Si la vida me diera una última oportunidad para verte aprovecharía para besarte con locura, abrazarte con pasión y dejar que nuestro amor fluya de manera natural.
Cada noche me pongo a meditar de mi día y por supuesto, sobre ti. Recuerdos de todo tipo salen a relucir abiertamente. Termino riéndome sola de cada una de tus ocurrencias. Eres todo risa y una tremenda cajita de sorpresas. Me acuesto con la esperanza de que aparezcas en mi mundo de los sueños. Cuando tengo la oportunidad de verte me vivo la fantasía como si fuera algo real. Cada uno de esos sueños son toda una aventura, de esas que uno desea hacer real tal y cual se visualiza. Siempre termino levantándome con una gran sonrisa porque cada uno de ellos me hace bien. Hay veces en que la emoción es demasiado grande que me levanto a mitad de la noche sólo para pensarte y meditar el sueño. No me molesta desvelarme por ti porque lo he hecho tantas veces que se ha convertido en todo un acontecimiento importante y divertido para mí. Si tuviera el chance de escribir los sueños que tengo sobre ti ya tendría un libro porque mágicas historias se han desatado de ese mundo que está lleno de grandes misterios.
Si tuviera la dicha de ponerle título a la historia que tenemos le pondría: Mis 24 horas de amor. Ya mi mente y corazón están conectados a ti las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año. Nada ni nadie podrá quitar tu nombre de mi alma y pensamiento porque tu presencia ya marcó terreno profundo en mi ser. En definitiva eres mi sol, mi luna, mi TODO. Mis 24 horas de amor son totalmente dedicadas a ti....
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